No voy a negar que, a estas alturas, me apetecía leer un documento crítico con la Web 2.0, un nuevo concepto sacado de la manga que parece contaminar otros muchos como, por ejemplo e incluso, el mundo bibliotecario. Por supuesto que el sufijo "2.0" no va a solucionar muchas de las lacras y amenazas que sufre la web actual – y más interesantes como, por ejemplo, la neutralidad de la Red -, pero representa una manera completamente distinta de disfrutar de Internet. Por supuesto que tendremos Web 2.0 hasta que las aguas se tranquilicen y volvamos al punto de partida, con una nueva idea, una nueva forma de designar las cosas y seguir haciendo dinero; como sucederá y esperemos estar ahí para contarlo.
No hace falta señalar que nuestra mirada crítica a la polución "2.0" no pasa por considerar que los que contribuyen a crear una Web Colaborativa constituyan una "dictadura de los idiotas" como se ha designado al nuevo fenómeno. Es necio considerar que en papel no se publican informaciones tendenciosas o de ínfima calidad y que, sin embargo, se editan por intereses políticos o comerciales. No, nuestro pensamiento no es tan arrasador como el de Andrew Keen con su The cult of the amateur, How today’s internet is destroying our culture (El culto del aficionado, cómo Internet de hoy está destruyendo nuestra cultura), sino instructivo aceptando el fenómeno, analizándolo, pero a la vez tratando de alejarse de él dando una mirada crítica.
Esta nueva web (también definida irónicamente como "Tú haces todo el trabajo, yo me llevo el dinero") que actualmente lo inunda todo, merece su contrapunto y en este documento lo encuentra centralizándose en el capítulo 4, donde se nos esbozan las ideas críticas sobre la Web 2.0. Un capítulo muy interesante para los iniciados que encuentra su acomodo en una introducción de conceptos y de aplicaciones junto a nuevos desarrollos que hacen de este documento un buen punto de partida para los no-iniciados. Por otro lado, el prólogo ya abre fuego respecto a lo que nos vamos a encontrar un poco más adelante puesto que lleva por título La inflación lingüística llamada Web 2.0. Toda una declaración de intenciones.
Como ejemplo de este pensamiento crítico disponemos de las webs denominadas Sistemas de Promoción de Noticias (Menéame o Digg). En ellos, los usuarios votan por las informaciones que consideran más interesantes, creando un sistema democrático de información, permitiéndoles evitar la infoxicación situando las noticias más relevantes en las primeras páginas. Sin embargo, esto también constituye un problema, porque las masas, pese a quien pese, se mueven por lo curioso y lo mórbido. De este modo, las primeras noticias en estos sitios corresponden a lo más absurdo, grotesco, extraño, sórdido, chocante o llamativo, pero no aquellas que realmente nos interesan para conocer qué está sucediendo realmente ahí afuera. Es decir, un poco de criterio editorial, de selección crítica de las noticias, es completamente necesario.
Planeta Web 2.0 [ISBN: 978-84-934995-8-7], un libro gratuito disponible para descargar, es un documento que nace de las entradas de la bitácora Digitalismo (Nominado a The BOBs), lugar donde se reconsideran el periodismo ciudadano y el nuevo entorno colaborativo que se desarrolla actualmente en Internet. Constituye, por tanto, una mirada crítica y necesaria hacia la Web 2.0 donde además de aprender qué es y para qué sirve, se la desmitifica en su justa medida señalando sus fortalezas y sus debilidades.