Es probable que nuestros lectores no se hayan percatado hasta ahora que esta bitácora se cierra con una frase: La información quiere ser libre. Se trata de un End-Line que no dudé en copiar y traducir del blog de Jorge Cortell, aunque en este caso mantiene el original inglés Information wants to be free, pero hace poco descubrí que este lema tiene un doble filo.
Ante una frase como ésta, cualquier profesional de la información no dudará en señalar que su significado es precisamente que la información tiene que estar disponible de una forma libre y gratuita para todos. Es la labor que se realiza todos los días en las bibliotecas públicas, difundir el conocimiento, poniéndolo al servicio de la sociedad sobre la que ésta se fundamenta y desarrolla. Tanto es así que la bibliotecaria Meredith Farkas mantiene un blog desde noviembre de 2004 que lleva por título Information Wants to Be Free.
La frase fue pronunciada por vez primera por Stewart Brand en la primera Conferencia de Hackers de 1984, el contexto es el siguiente:
Por un lado, la información quiere ser cara, porque es muy valiosa. La información adecuada en el lugar acertado simplemente cambia tu vida. Por el otro lado, la información quiere ser libre, porque el coste de de sacarla a la luz está siempre poniéndose más y más bajo. De modo que tenemos esos dos lados luchando uno contra otro.
Esto nos lleva al viejo dicho: La información es poder, dentro de ese contexto es cara, sin embargo la información es libre porque el ser humano es fundamentalmente comunicación y desea transmitirla y compartirla (Véase el ejemplo de la Wikipedia y la Web 2.0 ). Nos encontramos aquí frente a una dicotomía no resuelta, ya que el lema puede ser utilizado para defender los beneficios tanto de la información privatizada como de la liberada/libre/abierta, o ambas.
Conscientes de esto, los padres del movimiento Open Source Free Software, como Richard Stallman, trataron de acotar esta consideración:
Creo que toda la información de utilidad general debería ser libre. Por ‘libre’ no me refiero al precio, sino más bien a la libertad de copiar la información y adaptarla a las necesidades propias de cada uno". Denning explica: "En ‘de utilidad general’ no incluye información confidencial sobre personas o sobre tarjetas de crédito, por ejemplo.
Por lo que se considera que el lema debería ser cambiado por La información debería ser libre, como si la información pudiese ser acaparada y no compartida, olvidando que la información tiene ciertas características que la hacen especial sobre los otros bienes humanos. La información quiere ser libre, puesto que el acceso a la información y el conocimiento no debería necesitar de una lucha de clases, que el acceso es un derecho humano básico, y que, según mejora la tecnología, toda la humanidad debería poder participar en sus dones y servicios.