Los blogs son, de momento, una moda con una tendencia que parece consolidarse a lo largo del tiempo. Los estudios, las estadísticas que se realizan sobre la Blogosfera, aún deben de tomarse con cautela en gran medida por los extraños datos que suelen arrojar, pero desde luego que son una fuente muy útil para trazar su evolución.
Dentro de esta moda, reflejada en un crecimiento exponencial en el número de bitácoras, son muchos los blogs que se crean y su duración en ocasiones es muy corta, tanto temporalmente como en la cantidad de posts que generan. Por otro lado, los blogs también poseen una serie de etapas vitales que los que nos aproximamos a ellos identificamos rápidamente: Su nacimiento, crecimiento, desarrollo y muerte. Estas etapas no tienen una duración temporal fija, sino que más bien dependen de las circunstancias personales del bloguer, pero es necesario tenerlas presentes. Otro aspecto a tomar en consideración es que las bitácoras pueden sufrir transformaciones a lo largo del tiempo, y no sólo desde el punto de vista estético de la presentación del blog, sino cambios de denominación e incluso de propietario. Un ejemplo dentro de la Biblioblogosfera lo constituye la bitácora «Divagaciones sobre Documentación», que ha cambiado en diversas ocasiones de nombre hasta la forma actual de: «¡Incatalogable!«.
Para poder realizar esta pequeña aproximación de la Biblioblogosfera, hemos establecido un horizonte temporal correspondiente al 6 de noviembre de 2005, así que tuvimos que tomar primero algunas resoluciones para poder marcar qué bitácoras tenían que estar presentes en nuestro estudio, además de discernir cuáles se encontraban activas, cerradas o abandonadas. En el primer caso, decidimos que un plazo de tres meses de actividad era suficiente para considerar que una bitácora puede ser incorporada en pleno derecho a la Blogosfera. Desde luego que dentro de ese período, que se inicia desde el mismo momento que una bitácora es creada, puede haber muchos o muy pocos textos publicados, pero estimamos que ese plazo era suficientemente razonable para evaluar si un blog se había desarrollado. Por otro lado, debíamos discernir qué weblogs podían considerarse activos y cuáles no, para ello pensamos que seis meses era suficiente tiempo para saber si una bitácora estaba activa: Si el día 6 de noviembre hacía seis meses o más que un weblog no se había actualizado, juzgábamos que el blog se encontraba inactivo; si el bloguer o los bloguers habían anunciado el fin de su actualización, lo consideramos como cerrado; y si por el contrario el blog había desaparecido, se consideraba extinto.
Otro de los limites que hemos establecido a la hora de evaluar la Biblioblogosfera es el ámbito lingüístico. Unificando la Biblioblogosfera española e hispanoamericana, tan sólo hemos analizado los blogs que se publican en castellano, descartando otras lenguas como el catalán, el gallego o el euskera. La razón principal es que, si bien pueden pertenecer y estar perfectamente integrados dentro una red de blogs, la barrera idiomática se encuentra presente. Otra razón es que, ante el desconocimiento de alguno de estos idiomas, no podemos evaluar en su justa medida la idoneidad de la inclusión o no de dichos blogs dentro de la Biblioblogosfera. Por otro lado, tan sólo hemos aceptado dentro de nuestra aproximación lo que se entiende como weblog estrictamente, desechando otras formas derivadas como fotologs, moblogs, podcasts, etcétera, que pudiesen estar activos.