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Etiqueta: Canon Bibliotecario

Si las bibliotecas públicas no existieran desde hace tiempo, ¿podría hoy alguien fundar una?

Leí hace tiempo el libro  Freakonomics y lo cierto es que no me pareció que hubiese gran cosa que reseñar de él. Es cierto que era curioso cómo las pequeñas cosas se entrelazan para derivar en otras, cómo se instauran sistemas ecológicos de distribución de riqueza y otros asuntos, pero definitivamente el libro no me convenció como tal y lamenté su compra. Siendo un poco más específico sobre su temática, en él se trataba de dar una vuelta de tuerca a asuntos mundanos para comprobar cómo habían evolucionado hacia una situación de equilibrio, a veces injusta, como por ejemplo la estructura económica del mercadeo de droga, y hoy me llega una noticia que me retrotrae a aquella lectura.

Vía Menéame, descubrimos que en el blog de Freakonomics publican un texto interesante para los profesionales de la información: If Public Libraries Didn’t Exist, Could You Start One Today? El asunto tiene miga puesto que trata de contraponer los beneficios editoriales frente a los beneficios sociales y culturales que desarrollan las bibliotecas. Algo que en la Unión Europea, gracias a la última Ley de Lectura, Libro y Bibliotecas que estableció el canon por préstamo de las bibliotecas, tienen bastante claro:

El Canon por préstamo bibliotecario se fija en 0,20 euros por libro y se introduce en la Ley en aplicación de una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo que obliga a España a cumplir la directiva europea correspondiente. En caso de incumplimiento, la sanción sería de 300.000 euros diarios. La regulación del canon, cuyos detalles se especificarán en un real decreto posterior, afectará a todas las bibliotecas públicas de municipios de más de cinco mil habitantes y será asumido por el Ministerio de Cultura y las Comunidades Autónomas, en un porcentaje a convenir.

Es curioso cómo los autores norteamericanos de la bitácora de Freakonomics reflexionan sobre la afección que podría tener la implantación de un impuesto en el préstamo de los libros en las bibliotecas de Estados Unidos (Que levante la mano quien odie las bibliotecas). Desarrollan su argumentación, a través del momento de firma de libros por parte de un autor en el que un lector le comenta que leyó su libro a través de una biblioteca. De este modo, el autor del libro prestado llega a la conclusión que si un ejemplar de un libro es leído por 50 personas, se tratará de 50 documentos que no son vendidos por el canal tradicional comercial, por lo que las bibliotecas son un impedimento para el comercio editorial y, por lo tanto, para su beneficio personal como creador.

Sin embargo, Stephen J. Dubner considera que esto es un pensamiento erróneo puesto que estos centros de información son beneficiosos:

  1. Las bibliotecas ayudan a los jóvenes en los hábitos de lectura, cuando esos lectores crezcan comprarán libros.

  2. Las bibliotecas son escaparates de trabajos que no podrían ser leídos de otra forma, los lectores podrían entonces comprar otros libros del mismo autor o incluso adquirir el mismo libro para incluirlo dentro de su colección.

  3. Las bibliotecas ayudan en el fomento de la cultura de la lectura, sin ellas, habría menos debate, hábitos hacia la reflexión y la crítica; y cobertura de libros en general que desembocaría en la disminución en las ventas.

La reflexión posterior es curiosa. Si no existiesen las bibliotecas públicas y alguien decidiese hoy abrir una, ¿qué es lo que sucedería? El autor imagina que, con la legislación de los derechos de autor actuales tan restrictivas, ningún autor ni editor desearía que su libro fuese prestado a cientos de extraños. Obviamente, se establecería un coste por préstamo, el autor propone a continuación que si un libro cuesta 20$, el coste por préstamo sería fijado en 2$ por copia y año  – Por supuesto que se empezaría a pagar el coste de préstamo en el año posterior a su adquisición – . Lo cual significaría una completa evolución del sistema bibliotecario tal y como hoy lo conocemos en cuanto a dinámica y economía.

En Europa, y concretamente en España, esa evolución ni va a tardar tanto ni es tan difícil de imaginar, desgraciadamente.

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Aprobación del proyecto de Ley de la Lectura, del Libro y de las Bibliotecas

El pasado 3 de noviembre, el Gobierno español aprobó el proyecto de Ley de la Lectura, del Libro y de las Bibliotecas que, además de actualizar la normativa vigente que databa del año 1975, tiene como principio general el establecimiento del precio fijo de los libros y que, en el caso de los de texto, liberaliza el precio de este tipo de manuales. Además, fija una inversión de 431 millones de euros en bibliotecas públicas.

Los puntos principales del nuevo proyecto de ley son:

  • Precio fijo para todos los libros, excepto los manuales de texto, cuya tarifa se liberaliza frente al sistema de descuentos anterior que llegaron a ser del 25%.
  • La memoria económica que se incluye en la ley a la que ha dado el visto bueno el Gobierno garantiza la inversión de 431 millones de euros en el fomento de la lectura y la mejora de las bibliotecas públicas entre los años 2006 y 2014..
  • El objetivo es alcanzar una disponibilidad media de entre 1,5 y 2,5 libros por habitante, tal y como establecen las directrices de la Unesco. España tiene un promedio de 1,25 libros por habitante.
  • El texto de la nueva normativa contempla por primera vez la garantía de que se llevarán a cabo campañas de promoción y fomento de la lectura sobre todo entre la población infantil y juvenil.
  • Se crea el Observatorio de la Lectura y del Libro, cuyo objetivo es «el análisis de la situación del libro, la lectura y las bibliotecas». También la promoción de la colaboración institucional, «con observatorios u órganos similares de administraciones autonómicas, el asesoramiento, la elaboración de informes, estudios y propuestas de actuación».
  • El ministerio de Cultura desarrollará varias campañas de promoción de los autores españoles que se expresen en castellano o en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado, y podrá colaborar de igual manera con las diferentes Comunidades Autónomas del estado en las políticas de promoción literaria.
  • La reforma promueve la competencia leal entre los distintos ámbitos comerciales del libro.
  • Los autores reclamaron que la reforma legislativa olvida la regulación del canon por préstamo en biblioteca
  • Se adecua de forma explícita la definición ‘oficial’ de libro a los cambios producidos por las nuevas tecnologías y se entiende por libro «la obra científica, literaria o de cualquier otra índole que constituye una publicación unitaria editada en uno o varios volúmenes y que puede aparecer impresa o en cualquier otro soporte susceptible de lectura».
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¡Que paguen las bibliotecas!

Hoy publica Josep Vives i Gràcia en la edición catalana del Diario El País un texto contra el canon bibliotecario como respuesta al manifesto de la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana en favor de éste. ¡Que paguen las bibliotecas! es un texto que desgrana las razones por las que este autor considera desaconsejable la aplicación del canon en España que resume en sus conclusiones:

"La remuneración a los autores por los préstamos provocará una sangría en los recursos disponibles para aumentar las colecciones de nuestras bibliotecas, mientras que solamente redundará en beneficio de los autores (y editores) más vendidos, que son, por si alguien lo dudaba, precisamente los más prestados. Un cálculo aproximado, sobre la base del sistema francés de remuneración, daba como resultado que las bibliotecas públicas deberían haber destinado en 2002 más de 13,5 millones de euros al canon por el préstamo, cuando se gastaron solamente 27,4 millones de euros en la compra de libros en el mismo año, es decir, el 49%. Un 49% que en todo caso se podría inyectar desde otras partidas para la compra de documentos para las bibliotecas, beneficiando, entonces sí, a autores (y editores), bibliotecas y, en definitiva, a todos los ciudadanos."

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