2001 – 2002, sobreviviendo a la burbuja tecnológica
El 11-S, los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington, marcaron el fin de la debacle de la nueva economía, de lo que se denominó como la Burbuja Tecnológica,que aún colearía hasta finales 2003. Debemos detenernos aquí para señalar que dentro de la burbuja tecnológica podemos hallar dos vertientes significativas: La primera de ellas afecta en la medida en que las empresas tradicionales querían entrar en el Mercado de las Nuevas Tecnologías, o nuevo mercado, invirtiendo grandes cantidades financieras para ello y, en la segunda, en las nuevas empresas que crecían al calor de su página web sin poseer mucho más.
A lo largo del año 2001 se comprobó que el modelo se estaba agotando rápidamente convertido más bien en una estafa hacia los imprecavidos inversores que hasta ese momento acudían con dinero fresco y en cantidad a cualquier OPV (Oferta pública de venta) de los valores tecnológicos que se venían sucediendo desde 1999. Sin embargo, los propios fundadores de las páginas web no tardaban en exceso en vender todas sus participaciones conscientes de que más valía pájaro en mano que ciento uno volando.
El paradigma que se manejaba durante el cambio de siglo sostenía que ser rentable no era fundamental para un sitio web. El fundador de Reel.com reflejó perfectamente esta nueva filosofía empresarial diciendo:
– ¿Ganacias? ¿Me estás tomando el pelo?, nuestro sitio maneja el modelo de Amazon.com.
Claro que la compañía Reel.com no tuvo empaques en dilapidar más de 90 millones de dólares en tres años. Como se demostró, las empresas tecnológicas que se movían en el ciber-espacio no podían escapara de las reglas económicas y empresariales que se marcaban en el mundo tangible y real.
A diferencia de muchas tecnológicas, Google, durante agosto de 2001 ya publica resultados positivos. Que los más importantes buscadores hasta el momento como Yahoo! comenzasen a utilizar el motor de búsqueda de Google, mostraba que el modelo de negocio que buscaba Google se fundamentaba más en la viabilidad de su negocio que en la especulación de futuros irrealizables. Por otro lado, otros, como Lycos, trataban de aumentar sus ingresos cobrando por la adición de las URLs (Universal Resource Locator) de las empresas, e incluso de los internatuas, en los buscadores que poseían. Esto tuvo un efecto letal tanto en la calidad como en la exhaustividad y riqueza en las bases de datos de sus buscadores. Lo que se trató de obtener fue la relativa importancia e impacto de un buscador en Internet para obtener rendimientos económicos. Al contrario que muchas, Google mantenía la actualización de sus motores de una forma gratuita mientras arañaba cuota de mercado al resto.
La expansión de Google no sólo se vio reflejada en las búsquedas que recibía, sino que además comenzó a adquirir otros servicios como DejaNews. Esta empresa almacenaba más de 700 millones de mensajes intercambiados en la red UseNet (red de newsgroups o grupos de discusión) desde 1981. Desde esta red es posible bucear en los desarrollos tecnológicos y científicos de los últimos 20 años. Google adquiría la historia de Internet y se hacía lentamente historia.
En julio de 2002 se publica un estudio que afirma que los internautas no sobrepasan las primeras dos páginas de resultados que les ofrecen los buscadores. El estudio de iProspect fomenta que los buscadores busquen nuevas vías de financiación ofertando a las empresas el aparecer en las primeras páginas de resultados adquiriendo palabras clave. Sin embargo, esto puede convertirse en un arma de doble filo puesto que los usuarios buscan la relevancia de sus consultas sobre todo lo demás, pudiendo cambiar de buscador tratando de obtener los mejores resultados posibles.
Google es consciente de ello y extrae de las consultas los llamados «enlaces patrocinados» dejando bien claro quién paga más por aparecer en la primera página de resultados y más alto, y qué páginas se ajustan mejor a la consulta que ha realizado el internauta.