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Etiqueta: Buscadores Web

Google, el medio de comunicación del siglo XXI (1) – Formas de visitar una web

Una de las cosas que más nos gustan a los editores de páginas web, imagino que para eso nos pagan -aunque aquí eso está mal visto-, es comprobar cuántas visitas conseguimos generar a lo largo del día. Nos gusta conocer de dónde provienen nuestros lectores, por dónde se entretienen dentro de nuestras webs, cuánto tiempo permanecen, las rutas que siguen, etc. Esto, a un nivel profesional, se le denomina Web Analytics y, a pesar de que en nuestro caso sólo sirve para hinchar el orgullo, es un asunto muy serio que se tiene en cuenta dentro de la mayoría de las organizaciones que se dedican a la generación de contenidos para la Web. Fundamentalmente, las visitas hacia un sitio web se generan a través de cinco fuentes:

  • Introduciendo la dirección web de memoria en la barra de direcciones de un navegador web. Respecto a esto un apunte breve, últimamente se está detectando que los internautas utilizan cada vez los cuadros de texto de los buscadores como meras barras de direcciones, es decir, que introducen las URL en ellas para hacer dos veces clic o simplemente escriben la denominación del sitio web que quieren visitar. Es decir, la barra de direcciones de los navegadores parece estar cayendo en desuso.
  • Mediante un marcador (o bookmark) a través de las opciones para la gestión de estos que ofrecen los propios navegadores o, recientemente, sitios web que tienen este fin como del.icio.us.
  • Mediante un enlace. Sencillamente, un editor de un sitio web, sea el que sea, considera relevante lo que hemos señalado en cierto momento o, mejor, nos recomienda la visita por los contenidos que albergamos. Es decir, nos da un voto recomendándonos como fuente de información sobre cualquier temática y deriva la atención de sus lectores hacia nuestra web.
  • La sindicación de contenidos. La última en llegar y tal vez la más interesante puesto que aporta un valor añadido respecto a los marcadores para los editores web. Gracias a ellos, podemos llegar a saber qué audiencia tenemos y detectar qué contenidos son los más interesantes para nuestros lectores, así como poder seguir las tendencias de interés que despierta nuestro sitio web.
  • Un buscador. Obviamente, la búsqueda es una de las actividades preferidas de los internautas y, por lo tanto, una de las fuentes de tráfico más importantes de las que disponemos, aunque uno de los objetivos de todo webmaster es depender cada vez menos de los buscadores por razones de dependencia.

La más poderosa, en cuanto a tráfico e influencia, sin duda alguna la última; las que crean marca las cuatro primeras. Obviamente, todas se encuentran interrelacionadas y son dependientes. Las cuatro primeras buscan la fidelización del usuario, es decir, que nos busquen como generadores de contenidos y sitios web de referencia, mientras que la última, a pesar de que pueda parecer residual, es la que nos obliga a hacer algo más en la Red, a ir un paso más allá a la hora de crear los contenidos y preocuparnos por posicionarnos para que los buscadores sean los que nos coloquen más arriba, que nos promocionen y nos hagan publicidad. En definitiva que nos envíen el tráfico, porque no todo es hacer marca en la Web.

Los medios de comunicación descubrieron tarde que la cabecera, su marca, no es vital en la Red, que sus modelos de suscripción, sus modelos cerrados fracasaban estrepitosamente dentro de ella. Teniendo presente que la distancia de la competencia más inmediata se encuentra a tan sólo un clic, en Internet, se da la competencia pura y perfecta y los medios deben doblegarse precisamente ante alguien que no era productor de contenidos sino conductor de audiencias: Google.

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Are you buzzing? (1) – Midiendo la relevancia de un dominio en Internet

Buzz es un término de marketing que en su traducción al castellano corresponde a zumbido. El concepto de Buzz Marketing se utilizaría, por tanto, cuando queremos que una idea o un producto se comente mucho, produciendo un ruido de fondo constante. En pocas palabras que algo esté en boca de todos. Dependiendo de los medios utilizados, este Buzz podrá ser más o menos intenso, más o menos prolongado en el tiempo y su traslación a Internet correspondería a que en muchos sitios web se hablase al mismo tiempo sobre lo que queremos vender o promocionar. Sin embargo, como en el mundo real, en Internet existen sitios webs más o menos influyentes, más o menos visitados, más o menos relevantes dependiendo de su público y nuestro objetivo con estos textos es dar algunas herramientas para precisamente evaluar esta importancia relativa. Pero, ¿quién pone la relevancia a un sitio web? ¿Por qué unos sitios son más importantes que otros? ¿Cómo averiguar si un sitio web tiene mucho tráfico o poco?

En España, se utilizan fundamentalmente dos metodologías para la evaluación y comparativa controlada de audiencias en la Red. Una la desarrolla OJD (Oficina de Justificación de la Difusión), mientras que la segunda es Nielsen Ratings, aunque hay que indicar que estas dos oficinas de medición de audiencias se centran en sitios web con mucho tráfico como medios de comunicación, redes de blogs y distintas empresas. Pero, ¿qué sucede con el resto de webs?

Alexa compone un ranking de los sitios web más visitados gracias a los internautas que instalan su barra de herramientas (Toolbar) de forma desinteresada. Obviamente, Alexa recopila información de navegación de las personas que instalan su herramienta por lo que su difusión y uso siempre ha estado cuestionada primero por la privacidad y luego por su implantación en los navegadores, por lo que las cifras aportadas nunca han sido consideradas del todo fiables.

Así pues si no podemos conocer la audiencia real de un sitio web, a no ser que sus estadísticas sean públicas, debemos buscar otros medios para conocer la relevancia de un sitio web como, por ejemplo, el número de enlaces que recibe una página web. Debemos señalar que el primero que trató de categorizar los sitios web según su importancia fue, cómo no, Google y su Pagerank. Obviando otras consideraciones, Google dispuso un sistema democrático según el cual cuantos más enlaces recibiese un sitio web mayor importancia debería disponer a ojos de los internautas. De este modo, estableció un ranking de 0 a 10 mediante el cual categorizó las webs según su relevancia. Por supuesto que, hoy en día, la barrita verde de Google parece tener menos peso que antaño, nuevas variables se conjugan en su algoritmo, sin embargo sigue siendo un referente para muchas personas, incluyendo a los propios webmasters.

Averiguar cuál es el Pagerank de una página web es bastante sencillo (es una información que Google publica) a través de la instalación de la Google Toolbar o utilizando servicios que nos ofrecen distintas páginas web como MiPagerank. Pero el Pagerank es la suma de los distintos Pageranks de los datacenters de Google, es decir, no tiene porqué ser uniforme y nos puede servir de guía para un futuro en nuestro objetivo de ir aumentándolo a lo largo del tiempo. Sin embargo, por distintas razones, Google puede llegar penalizarnos disminuyéndolo siguiendo una serie de criterios, pero en la Red disponemos de otras herramientas para evaluar el posible peso de un sitio web en un momento determinado y, por lo tanto, de un dominio.

Así, por ejemplo, disponemos del Genuine Site Rank donde se nos calcula qué Pagerank deberíamos tener dependiendo de una serie de parámetros, o Web Site Grader donde aportando una serie de palabras clave junto a dominios de nuestra competencia se nos realiza un estudio comparativo de nuestra relevancia respecto a ellos o CuWhois donde se aglutinan una serie de herramientas para la obtención de una serie de estadísticas de nuestro dominio incluyendo el valor monetario que nuestro sitio web, junto el valor que podríamos obtener si quisiéramos vender enlaces desde nuestras páginas. Se tratan, por supuesto, de distintas herramientas SEO que bien pueden ayudarnos a la hora de mejorar el comportamiento de nuestros visitantes unido a los resultados que los buscadores pueden arrojar sobre ellos en un momento determinado.

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Escribir para buscadores y lectores 2.0: La simplificación del lenguaje (y 2)

Adecuar el contenido al continente no tiene porqué ser pernicioso a corto plazo si su utilización está englobada dentro de ciertos ámbitos y no invadan otros. Por ejemplo, no es lo mismo escribir un SMS, lo que supone acometer un número de faltas de ortografías ilimitado, que escribir en otro medio y para que lo lean otros. Obviamente, los registros se adecúan en el primer caso para que el mensaje nos resulte lo más económico posible (0’15 € el mensaje nos obligan a ello), mientras que en el segundo caso el costo económico no tiene la mayor importancia para nosotros, no así de lo que queremos transmitir. Así, por ejemplo, escribir un e-mail o un texto para un blog no tienen coste o éste es imperceptible para aquel que lo redacta, por lo que nuestro interés pasa por que el mensaje llegue y de una forma adecuada.

El problema surge cuando el ámbito de la ortografía utilizada para los mensajes móviles, que consiste en la reducción de caracteres, fundamentalmente vocales, para poder utilizar el mayor número de palabras posibles de la forma más económica; va más allá del entorno de los mensajes cortos e inunda la Red. Es entonces cuando surgen movimientos para el correcto uso del lenguaje aceptado y reglado por todos para evitar que ese uso, considerado incorrecto, transcienda y se generalice allí donde no le corresponde.

Dispones de 144 caracteres para comunicarte

Como si de la condena de los teléfonos móviles nos persiguiese, últimamente se han puesto de moda una serie de servicios en Internet, muy Web 2.0, que nos impiden utilizar más de 144 caracteres para comunicar nuestras ideas. Se trata del denominado micro-blogging, donde escribir textos extensos está prohibido y donde la brevedad es la quinta esencia del mensaje. Un buen ejemplo de estos sitios web es el conocido Twitter, donde lo que se busca es el establecimiento de una conversación asíncrona con nuestros seguidores y amigos junto con la posibilidad de transmitir qué se está haciendo en cada momento.

Comprobamos de este modo que la tiranía del SMS se extiende también por la web más allá de los usos ortográficos y gramaticales de sus usuarios, permitiendo concebir servicios y utilidades que se adecúan a ellos y que, a la postre, disponen de una gran popularidad entre los internautas. La cultura de lo breve y esencial se impone en una Red donde la vida frenética no permite detenerse en grandes divagaciones o exposiciones, donde lo superfluo vence a lo profundo y donde prima lo telegráfico sobre otras consideraciones y que lentamente inunda otros aspectos de nuestras vidas.

En efecto, nos estamos acostumbrando a que se nos dé la información de forma directa y sin grandes rodeos. Si una información periodística tiene que ser redactada necesariamente de forma piramidal inversa, lo más importante en su parte superior mientras que según se avanza en el texto se dan otros detalles de menor relevancia, en Internet actualmente prima lo breve y, por ello, no precisamente lo mejor. Pero, en cualquier caso, nos encontramos ante una nueva generación multitarea, que necesita estímulos contínuos para seguir trabajando dentro de una actividad y que no necesariamente tiene que fijarse o establecerse en una sola.

Nos hallamos ante los lectores 2.0, incapaces de leer algunas líneas seguidas sin llegar a entender el todo, que se pierden agotados ante textos que superan las 500 palabras y qué decir libros de más de 200 páginas. Sin embargo, esto no tiene porqué ser necesariamente negativo, ni censurable, simplemente se trata de una adaptación a los nuevos tiempos que viven y que, por supuesto, no pueden controlar.

Nuevos tiempos comunicativos, la esencia es el mensaje

Tampoco lo hacen aquellos que deberían. Los periodistas, aquellos garantes del buen hacer comunicativo escrito, cada vez escriben peor, trufan sus informaciones de faltas ortográficas, de sintaxis inconexas, de gramáticas imposibles. Sucumben, lentamente, a las prisas, a las multitareas que deben atender y a la presión por ser los primeros en publicar una noticia, en dar la primicia descuidando lo que más deberían mimar, su escritura y su firma.

Pero, retomando el texto anterior, no sólo se ven presionados por las prisas, también por otros factores desde que los medios se han dado cuenta de que Internet es el futuro de su negocio y, por ello, crear y diseñar un nuevo modelo de negocio para él. En la Red, se trabaja para la audiencia y, sencillamente, cuanta más audiencia consigas congregar alrededor tuyo, mayores posibilidades de ingresos económicos puedes obtener. Por ello, los medios de comunicación trabajan para los buscadores, no tienen mayor fuerza que ellos, sin embargo trabajar para Google tiene cierto efecto pernicioso y es la simplificación del uso del lenguaje. Tanto es así que los medios de comunicación han sacrificado su estilo hacia su presencia en la Red, aportando incluso dobles titulares, uno para su edición en papel y otro para su edición en la Red para adecuarse a los dos medios.

Hoy en día, la quinta esencia de la comunicación es la telegrafía. Despojar de adornos la comunicación, ser directo y claro, sin ambigüedades, sin adornos posibles. De esta forma, el estilo se despoja de la creatividad y se queda desnudo intentando lanzar un mensaje que tal vez no llegue a ninguna parte, sin sustancia ni gracia, desnudo ante la audiencia, desnudo ante Google.

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Escribir para buscadores y lectores 2.0: La simplificación del lenguaje (1)

En el blog del Sedic, dedicaban el pasado mes de enero al debate alrededor de la idea de que se estaba conformando Una sociedad sin lectores que huía de catastrofismos. De este modo, todos los autores participantes concluían que, en esta sociedad del siglo XXI, no es que no se leyese poco, es que nunca se había leído y se podía leer tanto. Así pues, la tónica general en los discursos de los textos era considerar que actualmente se lee mucho, ya que las nuevas tecnologías e Internet nos invitan (y obligan) a ello. De este modo, los jóvenes se comunican preferentemente de forma textual, ya se trate mediante envíos de mensajes de texto a móviles o a través del messenger, los negocios y su comunicación todavía se sustentan en el soporte texto (Las Blackberry y el correo electrónico son buena prueba de ello), la ciencia nunca ha disfrutado de una vía de comunicación tan rápida, barata y sencilla de utilizar como la Red; los medios de comunicación invitan a la participación junto al consumo de informaciones, cualquiera puede “obligarse” a escribir un blog, a construir una red social o incluso a componer una enciclopedia, etc. Sí, hoy en día nos encontramos ante la Sociedad de la Infoxicación más que sobre otra consideración, pero, mientras nos adentramos en ella, olvidamos cuidar cómo transmitimos la información y, sobre todo, cómo componemos.

Se me ha acusado de escribir textos demasiado largos, de hecho hay estudios que así lo atestiguan, puesto que mis argumentaciones no son esquemáticas y me gusta desarrollar las ideas. Últimamente, me he obligado a acortar mis textos, primero porque la disponibilidad del tiempo es reducida y, por otro lado, porque un texto demasiado largo no invita a leerlo. En cualquier caso, acortar los textos tiene ciertas ventajas puesto que los buscadores, sobre todo Google, les encanta los textos cortos, esquemáticos, que no disponen de la complicación del lenguaje figurativo humano. Una verdadera lástima. El hecho es que sacrificamos nuestro estilo, nuestra inventiva, en la estandarización de nuestro lenguaje, destacando palabras clave por las que deseamos ser encontrados y leídos.

Cómo funciona Google

Google nació dentro de un ámbito académico y su funcionamiento inicial se basaba principalmente en los textos científicos. De este modo, en sus inicios, Google otorgaba mucho peso a las partes que abrían un texto (donde se sitúan la introducción, metodología y objetivos de los textos científicos) y finales donde se pueden encontrar las conclusiones. La fiebre de los descriptores en los títulos para el posicionamiento también derivan del estilo científico, puesto que este tipo de artículos deben disponer de un título claro, preciso y conciso que defina sin lugar a dudas qué nos vamos a encontrar en el texto. No hace falta señalar que la idea del interés de un texto basándose en los enlaces entrantes que recibía se basa en las teorías bibliométricas para localizar los artículos y autores más relevantes de una determinada ciencia dentro de un determinado ámbito.

Así pues, cada webmaster se afana por trabajar para Google siguiendo una metodología para mejorar su posicionamiento dentro de la primera página de resultados del buscador. Echemos un vistazo a un texto que nos describe cómo deberíamos escribir para los buscadores para mejorar el posicionamiento:

  • El título es la parte más importante del artículo – Debe aparecer el término o keyword principal. El título debe ser los más corto imprescindible posible.

  • El primer párrafo es más importante que el último – Debe aparecer el término principal y varias expresiones, palabras o términos similares. Pongamos el ejemplo en este post. Sería algo así:

    • Escribir para Google

    • Cómo escribir de cara al SEO

    • Normas de escritura para mejorar nuestro posicionamiento

  • Repetir el término principal a lo largo de los párrafos, junto con otras expresiones similares.

  • Si utilizamos etiquetas h2, que contengas los términos.

  • Mantenernos centrados en el tema principal, procurando no mezclar temas o irnos demasiado por las ramas. Se trata de mensajes claros y generalmente cortos, no estamos escribiendo ensayos.

Comprobamos entonces que realmente no estamos escribiendo para humanos, sino para buscadores, máquinas en definitiva que evalúan nuestros textos dependiendo de una serie de variables que servirán para colocar a nuestras páginas por arriba o por abajo de sus resultados. Pero la simplificación en la comunicación no se detiene ahí, va un poco más allá.

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Todo bloguer tiene que ser un poco SEO (Algunos consejos)

Un bloguer cuando decide escribir lo hace para ser leído, es decir, desea que sus ideas transciendan un poco más allá de su círculo de allegados y recibir de esta forma visitas en su bitácora. Al principio, dependiendo de la tipología del blog, puede querer que se trate de un puñado de visitantes para, posteriormente, ir un poco más allá. Obviamente, una de las fuentes principales de tráfico en Internet son los buscadores, Google fundamentalmente, así que los bloguers pronto decidimos comenzar  a trabajar para que Google nos sitúe en los primeros puestos de los resultados, para ser encontrados.

Esta pequeña actividad, que la mayoría de bloguers laboriosos realizamos casi sin percatarnos, aunque es práctica frecuente en Internet, se denomina "Posicionamiento en Buscadores" o, según su denominación anglosajona más conocida, Search Engine Optimization (SEO). Fundamentalmente, los SEOs deben preocuparse de:

  • Conseguir que otras webs de temática relacionada enlacen con tu web.
  • Darse de alta en directorios web importantes.
  • Crear contenidos con textos que contienen frases con que buscan los usuarios web los servicios y/o productos de este sitio.
  • Hacer nuestra web lo más accesible posible.
  • Crear títulos únicos y descripciones pertinentes del contenido de cada página.
  • Enlazar internamente las páginas de nuestro sitio de manera ordenada y clara.
  • Actualizar la página con contenido original de calidad.
  • Intercambio de contenido.

Por supuesto que estas técnicas son muy básicas e incluso los buscadores nos ofrecen algunos consejos para el posicionamiento de nuestras webs, por ejemplo ésta es la página de Google, pero debemos de advertir que las actividades de los SEO pueden variar a lo largo del tiempo debido, fundamentalmente, a los cambios que realizan los buscadores para mejorar sus algoritmos y de esta manera sus resultados. Estos cambios en los algoritmos no son conocidos por todos, ni mucho menos, así que los SEOs deben hacer sus cábalas y desplegar una serie de actividades para adaptarse a los continuos cambios en los algoritmos de los buscadores e incluso a las evoluciones propias de la Red. Así, para este año recién comenzado, los SEO tienen algunos nuevos retos a los que enfrentarse:

Afortunadamente, para aquellos que utilizamos WordPress como gestor de contenidos, podemos utilizar alguno de los muchos plugins SEO existentes para mejorar nuestro posicionamiento de forma automática si no deseamos realizar muchas de estas tareas, aunque siempre tenemos que tener presentes algunos consejos para nuestra labor de mantenimiento de nuestras bitácoras:

  • ‘Humaniza’ tus permalinks: unos enlaces permanentes que aporten información fácilmente reconocible por el ser humano (palabras, fechas…).
  • Elimina las ‘www’ de tu dominio preferido: el dominio preferido es aquel que reconocen los buscadores como el principal.
  • Crear y remitir sitemaps.
  • Añade metatags al header.
  • Ofrece buenas páginas de impresión.
  • Genera etiquetas en los contenidos: muchos buscadores y, en especial Technorati, dan prioridad a las etiquetas (tags) y construyen sobre ellas búsquedas especializadas.

Por cierto, ¿quién dijo que mantener un blog iba a ser una tarea sencilla?

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El fondo «digital» de Google Books

El proyecto de digitalización de fondos bibliotecarios de Google, Google Books, avanza a una media de 3000 libros escaneados diarios y se encuentran disponibles para cualquiera que desee consultarlos e incluso descargarlos en formato PDF si los derechos de autor se han extinguido. Sin embargo, el proceso no es perfecto al realizarse manualmente y algunos de los trabajadores de Google dejan su impronta dactilar en los libros que son digitalizados.

The Sydney Morning Herald nos informaba que podemos encontrar una muestra de estos errores en, por ejemplo, el número de 1885 de The Gentleman Magazine o en The Trial and Death of Socrates de Platón. Google ha replicado esta información asegurando que el sistema no es perfecto por su proceso y que la web no está ideada como un lugar para que los usuarios leyesen a través de la pantalla.

Uno de los dedos del escaneo de Google

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¿Googlepolio en búsquedas? Pues sí… A vueltas con la cuota de mercado de los buscadores

Hace poco os comentamos que Google aparentemente nos había penalizado, para la composición de aquel texto me dispuse a hallar la cuota de mercado y, por tanto, la penetración que tenía Google en el mercado español para argumentar nuestra pérdida de visitantes. Lo cierto es que me costó encontrar un dato fiable y, de aquella búsqueda, os ofrecí una cifra inexacta pues afirmé entonces que Google disponía del 90% del mercado de búsquedas en España. Reconozco que rebajé un poco la cuota, puesto que según se afirma en el artículo Google y las cuotas de mercado el porcentaje se sitúa en un 99%.

Sinceramente, el dato me pareció un tanto escandaloso, ¿dónde quedaba la compentecia (Yahoo, MSN o Ask)? El profesor Enrique Dans en su reciente artículo ¿Es Google un monopolio? detallaba las distintas cuotas de mercado de las que dispone Google, no debemos olvidar que es su principal actividad, en el Globo:

Pero ¿es realmente Google un monopolio? En algunas de las actividades que realiza, como la búsqueda, la pregunta recibe una respuesta diferente según dónde sea planteada. Para un español, un alemán o un holandés, la respuesta es afirmativa: en los tres casos, la penetración de búsquedas hechas en Google supera el 90%. Sin embargo un chino diría que no, dado que Google representa tan solo el 21%, claramente por detrás de Baidu, el buscador dominante. En Japón, la penetración de Google es inferior a la mitad de la que posee Yahoo! En Corea del Sur, Google es prácticamente un desconocido, un competidor completamente minoritario, que sólo se utiliza en un 1.7% de las búsquedas realizadas. En el país más conectado del mundo, Google todavía lo tiene todo por hacer. Aún así, el caso de Corea del Sur, aunque preocupante y prioritario para Google, no deja de ser moderadamente anecdótico: en todo el mundo, el porcentaje de búsquedas realizadas en Google sobre el total ronda el 65%.

Hay quien cree que Google obtuvo su éxito en España, a parte de sus buenos resultados ante las distintas cadenas de búsqueda, debido a la sencillez de su interfaz (Hay que recordar que muchos utilizábamos en España una irrisoria conexión a 56 kbs en plena esfervescencia puntocom) frente a las recargadas páginas de buscadores patrios como el de Terra u Ozú. Debemos señalar que, dependiendo de los estudios a los que acudamos, la cifra puede variar hacia arriba o hacia abajo, aunque nunca descendiendo del 90% de cuota y aclarando nuestras dudas al respecto del poder de Google en la Internet hispana. Así, por ejemplo, desde Webrankinfo nos ofrecen un cuadro con los hábitos de búsqueda de los europeos por países basándose en datos de comScore:

Se afirma que la información es poder y los puntos de a través se accede a ella son importantes. Desde luego que, en España, deberíamos comenzar a plantearnos nuestro hábitos informacionales a la hora de buscar y recuperar documentación en la Red (Y en esto también debemos implicarnos los profesionales de la información) porque no sólo de Google debería de vivir el internauta.

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