Como ya han venido publicando algunos bloguers, en el
último número de la revista Ítem, editada por el
Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de Catalunya, se publica un dossier bajo el título
Bloggers: Los emprendedores del siglo XXI en el que se recogen sus opiniones de distintos profesionales de la información que mantienen blogs profesionales a través de una serie de entrevistas que se realizaron hace unos meses. La versión
online sólo está disponible para los colegiados, aunque hemos ido reproduciendo las entrevistas en nuestros respectivos blogs:
A continuación, el texto tal y como lo envié a la Revista Ítem.
Imagino que, como le sucedió a muchos de los primeros bloguers, El Documentalista Enredado nació casi por casualidad. Aunque ya he relatado cómo fueron los inicios en distintas ocasiones, creo que su longevidad se debe más al compromiso que desde un principio dispusimos las dos personas que nos encargamos del proyecto que por otros factores. Porque, ante todo, El Documentalista Enredado era un proyecto a ejecutar dentro de unos plazos y evaluable a lo largo del tiempo y tal vez por ello se convertiría lentamente en lo que es hoy en día.
En 2004, mi compañera en la aventura blogosférica, Maria Elena Mateo, y yo estábamos finalizando nuestros estudios como licenciados en Documentación en la Universitat Politècnica de València, mientras tratábamos de abrirnos paso en el siempre difícil mercado laboral. Por aquel entonces ambos estábamos realizando nuestro Proyecto Final de Carrera y nuestras inquietudes iban un poco más allá de convertirnos en titulados universitarios para pasar engrosar las listas del paro o convertirnos en simples becados. Entonces creíamos en la necesidad de tratar de crear una comunidad de usuarios entorno a una web. Es posible que a finales de 2003 yo mismo fuese menos «enredado» de lo que soy ahora, puesto que todavía desconocía el mundo de los blogs y de todo su potencial como bien descubriría a lo largo de los meses siguientes. Así, durante una conversación de cafetería, nos propusimos realizar un proyecto web con ese fin y tras la redacción de un documento, perfilando nuestra misión y objetivos, nos dispusimos a dar a luz el portal web El Documentalista Enredado. Por supuesto que no nos cerramos ante cualquier colaboración y tratamos de ponernos en contacto con compañeros que pudiesen estar interesados en mantener un proyecto como éste, pero la respuesta más o menos estandarizada que recibimos fue: “¿Y eso para qué va a servir?”
No hace falta señalar que no nos desanimamos, a pesar de no poder enrolar a nadie más en el proyecto, y trabajamos en la configuración del sitio web disponiéndonos a su inauguración. La fecha de su lanzamiento fue el 16 de febrero de 2004 y funcionando bajo el gestor de contenidos modular PHP-Nuke estuvo accesible durante más o menos un año. El portal disponía de distintas secciones que posteriormente se han solapado con otros proyectos: Noticias, Empleo y Becas, Directorio de enlaces, Foros, Diarios personales, etc.
En un ejercicio de transparencia, aunque entonces firmábamos sin identificarnos plenamente, comenzamos la escritura de un diario en el que tratábamos detallar el funcionamiento, los hitos y los problemas que nos íbamos encontrando durante la vida del portal. En un momento dado, el módulo utilizado dentro de PHP-Nuke se nos antojó como insuficiente y comenzamos a estudiar alternativas para gestionar un concepto que ya comenzábamos a conocer bien: Un blog o, en su acepción castellana, una bitácora.
Después de algunas pruebas con distintos CMS (Content Management Systems), acabamos trabajando con WordPress, tras intentarlo infructuosamente con Movable Type que en 2004 era el gestor de blogs más popular, aunque mucho más complicado de instalar por sus características técnicas. Y de esta manera casi casual nació “El blog de El Documentalista Enredado” a principios de mayo de 2004 que comenzó a publicar sus contenidos con cierta frecuencia.
Por aquellas fechas, los bloggers profesionales del ámbito de la Biblioteconomía y la Documentación ya se habían puesto a trabajar dándonos difusión y promocionándonos, comenzando a entrar en contacto con ellos. Aquella fue una época de descubrimiento muy interesante, puesto que casi todos nos leíamos y comentábamos en nuestras correspondientes bitácoras. Durante nuestro periodo de anonimato, mientras finalizábamos nuestros estudios, ellos mismos se sorprendían que unos estudiantes se encargasen de gestionar un portal de las características de El Documentalista Enredado aunque finalmente el peso del proyecto se lo llevó el blog por su marcado dinamismo e interactividad con la comunidad que comenzó a crecer entorno a él.
Un año después, en enero de 2005, adopto la consideración que el proyecto del portal web no podía ser mantenido de una forma razonable durante un periodo de tiempo extenso. El esfuerzo dedicado a la actualización era enorme y obviamente teníamos otros quehaceres que no podrían permitirnos su mantenimiento. Conscientes de que en un año no habíamos podido añadir a ninguna persona más en la gestión de El Documentalista Enredado, que el blog crecía y que lo que realmente resultaba interesante para nuestros lectores era la bitácora, se clausura el portal y el blog toma su nombre. Finalmente, la comunidad que deseábamos haber creado quedaba establecida alrededor de la bitácora.
Desde 2005 hasta la actualidad, cuando el blog comenzó a afianzarse, muchas cosas han cambiado en mi vida profesional. Por ejemplo, estuve trabajando como Quality Rater para Google, mientras ganábamos un premio a la mejor bitácora temática de 2004 otorgado por la web especializada Bitácoras.com; en 2006 comenzaba a trabajar en Aidico (Instituto Tecnológico de la Construcción), dejando un trabajo dentro del diario regional Levante-El Mercantil Valenciano y todos los esfuerzos dedicados al blog se venían materializando lentamente. Primero en la mesa redonda que se dedicó a la Web 2.0 en las X Jornadas del Fesabid celebradas en Santiago de Compostela y, posteriormente, en las distintas colaboraciones que he realizado en las revistas “Trama & Texturas” o “Educación y Biblioteca”, algunos cursos en la UNED de Valencia o mi última colaboración en el último número de “El Profesional de la Información”.
Por supuesto que lo anterior no se hubiese materializado sin la carrera de fondo que implica el mantenimiento de un blog. Lo que se debe tener presente es que la regularidad, el punto de vista propio y la creación de contenidos son las principales señas de identidad que se debe de marcar todo bloguer. Sin embargo, el camino es arduo y hay que ser plenamente consciente en el ámbito en el que se trabaja. No se deben esperar ni grandes audiencias ni grandes retornos de nuestros lectores que en general gustan de leer pero no de interactuar. Debemos tener presente esto puesto que el primer año de todo bloguer es crucial para saber cómo va a desarrollar la bitácora su actividad posteriormente, aunque obviamente nunca es fácil adivinar si realmente un blog va a tener una vida larga o no.
De forma particular, actualmente tengo marcada la frecuencia de publicación en una media de tres textos a la semana. No importa su extensión o su temática, tres textos son una cantidad suficiente para mantener cierta tensión a la hora de escribir y a la vez que se me vayan ocurriendo temas sobre los que postear. La exigencia de tres textos me obliga a estar muy al tanto de la actualidad informativa y de leer mucho. De hecho, ningún bloguer puede vivir mucho tiempo del “Corta y Pega” o realizar referencias a textos o imágenes en la web. Dentro de la blogosfera, es crucial crear una imagen y disponer de un criterio propio para diferenciarse en un océano de información y, por ello, comprobar y contrastar fuentes. El mantenimiento de un blog fomenta ser conocido y reconocido, sí, pero mucho más interesante es la posibilidad de conocer personas ofreciendo cercanía y sinceridad.
Dentro del mar de marketing de la Web 2.0, donde cada herramienta debe ser probada y utilizada – creo recordar que se ha calculado que se deberían utilizar 8 horas semanales para poder mantener cada espacio personal (Blogs, redes sociales, microblogging filtrado social de noticias, compartir imágenes y vídeos, etc) -, mi apuesta personal ha sido definitiva hacia los blogs porque funcionan como Hub (Concentrador) a la hora de describir mis actividades y fomentar la creación de redes sociales. Mi blog es mi tarjeta de presentación personal y representa perfectamente mi identidad digital profesional.