Debo reconocer que hace ya un tiempo que perdí las buenas costumbres respecto a lo que es la Biblioblogosfera. Por ejemplo, mi iniciativa de publicar una entrada anual para publicitar las bitácoras que a mi juicio habían sido los mejores biblioblogs (nuevos dicho sea de paso) de cierto año. Me lancé a la tarea en 2005 y 2006 como homenaje y ánimo a aquellos que empezaban en esto de la blogosfera, pero este año, aunque tenía mis elecciones como Documéntame, Documentación Granada o Docu¿qué?; no me lancé a ello tal vez más consciente que nunca que las posibilidades de desarrollo de un blog en nuestro ámbito cada vez son más escasas.
Mi experiencia como observador es que los nuevos blogs comienzan con mucha fuerza, pero en general entran en una larga letanía y cuando uno de ellos se atreve a publicar una entrada anunciando Tengo abandonado el blog pero no os preocupéis… Ya soy consciente de lo que viene después. Otra de las críticas achacables, aunque esto es una tendencia generalizada en la blogosfera, es el abandono de la utilización del blogroll como un elemento de promoción de los demás como de uno mismo. Esto se debe que aun siendo blogs temáticos, muy especializados, en general solemos citarnos los unos a los otros. El abandono de esta práctica deriva en el hecho de que encuentro dificultades para encontrar a nuevos bloguers, aunque de vez en cuando lo haga, además de la tendencia a no comentar. Otra de las buenas costumbres que han caído en el olvido.
Pero hay más, la semana pasada estuve actualizando nuestro listado de biblioblogs que todavía no reflejaban bajas ilustres, así como otros cambios de denominación y alojamiento. Tengo que aclarar que el objetivo de nuestra lista es la recomendación de lecturas, por lo que no podemos mantener dentro de ella blogs cerrados o abandonados, aunque dispongamos un pequeño espacio de blogs que fueron importantes dentro de la biblioblogosfera pero que se encuentran cerrados. ¿Cuál es el criterio para considerar que un blog está abandonado? Está aceptado en la blogosfera que sean tres meses desde la última publicación de una entrada, pero nosotros somos un poco más laxos por lo que consideramos que un blog está abandonado si no se ha actualizado en seis meses.
Pues bien, en el momento de la última actualización, nosotros teníamos activos en la sección Biblioblogosfera a 93 biblioblogs, cantidad que se ha quedado reducida tras la revisión a 65 bitácoras (Una reducción del 30% de bitácoras activas). ¿Cómo se ha llegado a este extremo?
Un análisis simplista podría llegar a concluir que nos encontramos en el momento valle tras la euforia social que se vivió tras la explosión y popularización de la blogosfera. Sin embargo, es bastante probable que la realidad no se encamine hacia esto. Tomemos el ejemplo de uno de los blogs más importantes en el pasado de la Biblioblogosfera: Véase Además.
Dentro de este blog, confluyeron tres personas que se consideraban bibliobloguers y que partían de una experiencia propia previa, hasta que decidieron abandonar el barco y volver a retomar proyectos antiguos o incluso empezar nuevos. Uno de estos blogs, Bárbol, se dedica hoy a la temática SEO, mientras que HCNET se dedica a la Usabilidad. Es decir, se da el caso de superespecialización de temáticas.
Por otro lado, se da la circunstancia que las Bibliotecas están lanzando innumerables blogs. ¿Pueden ser considerados estos como biblioblogs? ¿Deberían serlo? Tal vez debería ser ampliada la definición de esta comunidad, aunque lo que se está produciendo actualmente es la desintegración del sentido de comunidad que se dio en sus inicios cuando los blogs eran pocos y ser bibliotecario o documentalista, era suficiente para acabar integrado dentro de ella.
Este análisis somero de la situación no significa que nos encontremos ante ella. Disponemos de blogs bibliotecarios, de bibliotecas, profesionales, de estudiantes, de investigadores, etcétera, simplemente el sentido de comunidad se diluye ante un aluvión de nuevos proyectos y apuestas. Desde este instante, sólo los análisis webmétricos, o blogométricos si se quiere, serán capaces de realizar un mapa de una biblioblogosfera que ha madurado y diversificado encaminándose hacia la superespecialización de algunos de sus miembros. Tiempo habrá para comprobar si tenemos los días contados.