El máximo responsable de Weblogs SL, Julio Alonso, publicaba un texto recientemente en el que se volvía a sacar a la palestra si los blogs podían o no ser considerados una fuente de información fiable a la hora de publicar informaciones. Lo cierto es que el tema ya se encuentra un poco manido. De hecho, dentro del boom blogosférico vivido en 2005, ya se dispusieron suficientes argumentos para refutar aquellos que consideraban a las bitácoras como una fuente de información poco fiable. Recordemos el argumentario de aquellos que defienden los weblogs como fuentes válidas de información:
- Independencia. Los blogs son confiables porque son independientes y no están conectados a organizaciones más grandes con sus propios temas de interés.
- Experiencia. Los blogs ofrecen un nivel de experiencia que las fuentes de noticias tradicionales no pueden lograr.
- La blogosfera como una comunidad comentada por los pares. Los blogs son una forma abierta para el intercambio de información, y cuando un blog no es exacto en lo que publica, con contenidos de calidad, será atacado en foros de discusión y en otros blogs.
- Transparencia de ideología. Las organizaciones de noticias luchan por la objetividad, buscando cobertura "justa y balanceada" a cualquier costo. Los bloggers no luchan por este objetivo inalcanzable, ellos traen sus opiniones políticas al frente y expresan sus opiniones sin dudar.
Por otro lado, Alonso señala de forma crítica las principales razones que se han aducido para considerar a los blogs como fuentes poco fiables:
Los medios tradicionales verifican la información, se aseguran de que sea cierta antes de publicarla. Los blogs publican cualquier cosa, expanden bulos sin ningún rigor y sin molestarse siquiera por hacer la más mínima comprobación.
Desgraciadamente, lo que puede darse por supuesto dentro de un medio de comunicación no tiene porqué ser necesariamente cierto. Dentro de un panorama de convergencia, donde las redacciones digitales y tradicionales van a tener que fusionarse para sobrevivir, no podemos confiar en que se mantenga la forma tradicional de trabajar en los medios de comunicación.
Tradicional en cursiva, porque no es necesariamente cierta. De esta manera, en un estudio realizado por la Universidad Camilo José Cela se ponía de relieve que los medios de comunicación no son muy cuidadosos a la hora de verificar sus informaciones. Así, tras el análisis de 10.438 piezas de radio y televisión, se señalaba que en el 83% de los casos los medios ofrecían una sola versión de la noticia, en general la fuente interesada por estar afectada directamente (78% de los casos en TV y el 63% en la radio), que, además, era la oficial (72% de los casos en la TV y el 65% en la radio). Por supuesto que esta noticia se difundió fundamentalmente en medios impresos, aunque sería interesante la realización de un segundo estudio para comprobar el nivel de verificación de los impresos.
Y es que algunos medios ya se han pillado los dedos inquietos en esto de ser los primeros en lanzar noticias sin contrastar. Sin ir más lejos, la noticia de que la directora de la Biblioteca Nacional, Milagros del Corral, twitteaba (Noticia difundida en la blogosfera por Álvaro Cabezas) fue publicada por el diario El País, aunque posteriormente se descubrió de que era un bulo. ¿No tenía en este caso un medio de comunicación mucho más poder que un simple bloguer para acceder a la fuente original? ¿No podría El País haber consultado a la Nacional para comprobar la veracidad de esa noticia y contrastarla?
Obviamente, sí, pero no se hizo y se publicó una información que no era veraz para rectificarla 3 días después. El bloguer dudaba, el medio afirmaba, ¿quién pudo ser más confiable en esta ocasión?