No creo que sea menester recordar aquí que no fui un early-adopter de Twitter, ni tampoco de Facebook. No soy de aquellos que ansían que le ofrezcan una invitación o recibir una cuando un servicio se encuentra en fase Beta -Excepto en la honrosa ocasión de Gmail cuando era un coto de unos pocos y lo cierto es que es el único servicio que adopté más rápidamente con los brazos abierto -. En el caso del microblogging, mi excepticismo era total.
Puede que en aquellos principios hubiese podido pronunciar las palabras: «¿140 carácteres? ¿Dónde nos conduce eso?» Por supuesto que se trataba de un error, ya que obviaba que muchos de los posts de aquel entonces, los años 2006-2008, bien se podrían haber solventado con un miserable tweet. De hecho, la propia terminología del blog proviene de aquellas anotaciones cortas fruto de la navegación de los internautas por la Red.
Desde entonces Twitter ha tenido tiempo de crecer exponencialmente, mientras que la red social Facebook la mira de reojo intentando introducir cambios dentro de su interfaz y de su configuración para asemejarse cada día más a ella. Twitter se ha erigido la bandera de una revolución descentralizada y mientras el mundo de la comunicación trata de digerir ese nuevo canal inesperado que redirige tráfico y puntúa el interés de ciertas informaciones. Aunque la pregunta está en el aire: ¿El Social Media ha matado al blog?
Twitter es una forma muy efectiva de entrar en una comunidad ya establecida. 140 caracteres no ocupan excesivo tiempo, a pesar de que el seguimiento de las conversaciones cruzadas puede llegar a ser agotador, y puede ser actualizado desde cualquier momento. En el mundo Twitter, sólo tienes que encontrar a alguien al que seguir que comparta ciertos intereses contigo, comprobar sus listas y comenzar a seguir a personas. En el caso de los blogs, era mucho más costoso. La redacción de textos de 350 palabras de media supone un esfuerzo importante de tiempo y no siempre se puede estar seguro de que el retorno sea suficiente para justificarlo (Aunque sea mentalmente). 140 caracteres y listo, conversaciones, recomendaciones… Todo un mundo se abre en Twitter y seguir a personajes ficticios o reales, ser accesible a ellos, se encuentra extendiendo sólo una mano.
Pero ¿y los blogs? Antaño eran considerados como un portfolio para los profesionales (y todavía lo son), una manera de demostrar la valía de cada uno, sus conocimientos, sin embargo que la tendencia actualmente se centra en la capacidad de cada uno de conseguir seguidores dentro de su cuenta Twitter. Pero no debemos equivocarnos, los blogs, evolucionados hacia medios de comunicación de bajo costo y enfocados hacia las microaudiencias, no dejan de crecer apareciendo nuevos, mejores junto con nuevas ideas y enfoques. Ya no como proyectos aislados, esfuerzos personales; sino con un sino y una razón de ser que se centralizada en al menos una decena de personas dispuestas a actualizarlos.
Mientras tanto la generación de contenidos desde las plataformas sociales (Blogs, Wikis, etc.) ha disminuido lo que ha conducido a considerar que las ideas y el debate generado anteriormente dentro de este medio se está debilitando. Pero ¿se ha trasladado a Twitter? Recientemente, se publicó un estudio que analizaba 1200 millones de tweets (publicaciones en Twitter) producidos en dos meses. Los resultados eran un tanto decepcionantes puesto que el 71% no provocaban ninguna reacción, mientras que sólo el 6% era retuiteado (Redistribuido por otros usuarios) y el 23% restante obtenía una contestación. Unos resultados un tanto escasos, que en cualquier caso, dentro de nuestra experiencia, Twitter constituye una nueva forma y bastante poderosa de obtener tráfico, es decir obtener visitantes nuevos, por lo que ante esta falta de reacción deberían incluirse otras métricas como los clics producidos ante la distribución de un enlace o los hashtags utilizados.
El debate se sigue produciendo aunque se descentraliza y se esparce por toda la Web, de hecho el consumo de la Red ha aumentado un 62% desde principios de año. Twitter y Facebook permiten que estos contenidos lleguen a un mayor número de personas, con la audiencia más segmentada y por lo tanto más proclive de acceder a consumir cierto contenido. Las plataformas abiertas conducen a un aumento de la viralidad de los mensajes lanzados en ella, que permiten a las multitudes autoorganizarse de una forma mucho más efectiva y productiva ante un objetivo común.
¿El Social Media ha matado al blog? No, simplemente, la Conversación se ha transformado.
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