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Etiqueta: Bibliotecas

Comunidad de prácticas: La web social para profesionales de la información

Ya está a punto el arranque de la Comunidad de prácticas de la web social para profesionales de la información que organiza el Sedic, que tendrá una duración de seis semanas y en la que me hallo implicado. Se trata de una actividad gratuita y abierta a cualquiera interesado en participar que, desde el 21 de abril al 18 de junio de 2008, servirá como un espacio de reflexión y aprendizaje mutuo tanto para las personas que diseñamos las actividades como para todos los participantes.

Los coordinadores de esta iniciativa, José Antonio Merlo Vega y Luis Rodríguez Yunta, defienden que esta actividad pretende dar respuesta a las necesidades actuales de bibliotecarios, documentalistas y gestores de información.

Los profesionales de la documentación y las bibliotecas están dándose cuenta del potencial de la web social no sólo por la gratuidad de sus servicios, sino además por las nuevas formas de relación con sus usuarios que fomenta, buscando el diálogo y la participación. En nuestro país los profesionales están mostrado su interés por la web social, algo que se aprecia en el número de artículos y comunicaciones publicados, así como por el número de mesas redondas, encuentros, jornadas y cursos celebrados en torno a esta Internet de nueva generación.
La creación de una comunidad de prácticas, en las que las personas interesadas aprendan al mismo tiempo y de manera coordinada las herramientas y técnicas de la web social, así como su aplicación en los centros de información, será un medio sin precedentes para que los profesionales españoles conozcan y dominen los recursos disponibles

La Comunidad de Prácticas se desarrollará online y de forma totalmente interactiva bajo un blog y un wiki, contará con un programa de trabajo semanal y con tutores específicos para cada módulo.

¡Animaos a apuntaros! ¡Tenemos mucho que aprender!

Semana 1 — 21 de abril de 2008 – 25 de abril de 2008
Web social para profesionales de la información – Introducción / Contexto teórico / Aplicaciones / Biblioteca 2.0
Nieves González, Universidad de Sevilla

Semana 2 28 de abril de 2008 -2 de mayo de 2008
Publicación en blogs – Weblogs / Microblogs / Servidores gratuitos
Catuxa Seoane, Bibliotecas municipales de La Coruña

Semana 35 de mayo de 2008 – 9 de mayo de 2008
Sindicación de contenidos – RSS / Sistemas de lectura de RSS / Programas
María Jesús Butera, Equipo de Redacción del Blog de Sedic

Semana 412 de mayo de 2008 – 16 de mayo de 2008
Aplicaciones de escritorio – Páginas de inicio / Aplicaciones ofimáticas / Widgets / Geoplicacione
Fernando Juárez, Biblioteca Municipal de Muskiz

Semana 519 de mayo de 2008 – 23 de mayo de 2008
Archivos compartidos – Imágenes / Vídeos / Presentaciones / Documentos
Dídac Margaix, Universidad Politécnica de Valencia

Semana 626 de mayo de 2008 – 30 de mayo de 2008
Wikis, podcasting y comunicación – Wikis / Podcasts / Mensajería
Isabel Fernández, CSIC

Semana 72 de junio de 2008 – 6 de junio de 2008
Etiquetas, favoritos sociales y filtrado de noticias – Etiquetado / Bookmarks sociales / Noticias / Compras y guías sociales
Marcos Ros, AIDICO

Semana 8 9 de junio de 2008 – 13 de junio de 2008
Redes sociales – Redes sociales / Comunidades / Entornos virtuales
Natalia Arroyo, Fundación Germán Sánchez Ruipérez

Semana 9 16 de junio de 2008 – 18 de junio de 2008
Conclusiones y reflexiones finales – Despedida / Comentarios / Repaso / Reflexiones
Tutores y coordinadores

Un comentario

¿Qué está pasando con los bibliotecarios de Oviedo?

Guillermo Carvajal nos pone sobre aviso de la situación que se está dando en Oviedo respecto a la reestructuración de personal y servicios que se va a producir en la Red de Bibliotecas Municipal, mientras nos solicita nuestro apoyo para la defensa de los puestos laborales de los trece trabajadores que desde hace más de diez años están desarrollando tareas bibliotecarias dentro de las distintas instituciones del municipio.

El hecho es que el consistorio tiene previsto reducir a partir del 1 de mayo de trece a seis el número de personas que se dedican a estas tareas, así como el cierre de algunas de ellas junto la reducción del horario de otras. Mientras tanto, el debate ha sido encendido tanto en la lista de distribución Iwetel (1 y 2 ), mientras amenaza con saltar a la blogosfera  donde ya se han hecho eco algunos de los blogs más importantes (Anieto2k, Mangas Verdes y Blogpocket).

Desde aquí, nuestro apoyo.

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Una biblioteca en «Goodbye, Columbus»

Philip Roth nos ofrece en su obra "Goodbye, Columbus" (1959) una novela corta, homónima al título del libro, junto a cinco cuentos con los que ganó el premio National Book Award estadounidense.  La novela corta está narrada en primera persona por Neil Klugman, un graduado de la Rutgers University, que trabaja en una escala inferior de una biblioteca. La descripción del ambiente de la biblioteca y las aspiraciones del universitario dentro de ella quedan muy pronto descritas en la historia y no son precisamente positivas.

Los pálidos leones de cemento montaban guardia, poco convincentes, en la escalinata de la biblioteca, padeciendo su habitual combinación de elefantiasis y arteriosclerosis, y yo iba dispuesto a prestarles tan poca atención como les llevaba prestando durante los últimos ocho meses, pero me lo impidió un muchachito de color plantado ante uno de ellos. El león había perdido sus garras el verano pasado ante un safari de delincuentes juveniles, y ahora se alzaba ante él un nuevo torturador, con las rodillas ligeramente flexionadas, y rugiendo. Lanzó un rugido largo, en tono bajo, retrocedió, esperó un poco, volvió a rugir. Luego enderezó la postura y, meneando la cabeza, le dijo al león: "Tío, eres un cobarde", con mucho acento. Y se puso a rugir de nuevo.

El día empezaba lo mismo que cualquier otro. Atrincherado tras mi mostrador de la planta principal, me puse a mirar a las chicas de pechos erguidos subir con agitación la amplia escalera de mármol que conducía a la sala de lectura principal. La escalinata era imitación de una que había en Versalles, vaya usted a saber dónde, pero estas chicas, hijas de curtidores italianos, obreros polacos de la cerveza o peleteros judíos, no eran precisamente marquesas, con sus taleguillas de torero y sus jerséis. Tampoco eran Brenda: cualquier impulso sexual que ellas me provocaran había de considerarse meramente académico, para pasar el espantoso día. De vez en cuando miraba el reloj, pensando en Brenda, y aguardaba la hora de comer, y luego la de después de comer, cuando me tocaba ocuparme de la Oficina de Información, en el piso de arriba, y John McKee, que sólo tenía veintiún años pero que ya llevaba tiras elásticas en las mangas de la camisa, bajaría ceremoniosamente las escaleras para dedicar toda su asidua atención a ponerles a los libros sus correspondientes sellos de entrada y salida. John MacTiraselásticas era alumno de último curso en el Newark State Teacher’s College, donde estudiaba la clasificación decimal de Dewey en que consistiría todo su futuro profesional. A mi me constaba, en cambio, que mi futuro profesional no estaba en la biblioteca. Y, sin embargo, algo se había hablado -me había enterado por el señor Scapello, un viejo eunuco que, sepa Dios cómo, había aprendido a disfrazar la voz, de modo que pareciese un hombre- de que a mi regreso de las vacaciones de verano me pensaban poner al frente de la Sala de Libros de Referencia, un puesto que llevaba vacante desde la mañana en que Martha Winney se cayó de un taburete muy alto, en la Sección de Enciclopedias, y se hizo polvo el conjunto de frágiles huesos que en una persona que no hubiera cumplido la mitad de sus años habría conformado las caderas.

Eran muy raros, mis compañeros de la biblioteca; y, en realidad, había muchas horas en que no acababa de entender muy bien cómo había ido a parar a ese sitio, ni porqué seguía aquí. Pero el caso era que seguía en él y, transcurrido un tiempo, empecé a esperar pacientemente el día en que fuera al servicio de caballeros a fumar un cigarrillo y, mientras expelía el humo contra el espejo, me fuera dado comprobar que en algún momento de la mañana me había puesto pálido y que, bajo mi piel, igual que McKee y Scapello y la señorita Winney, había una fina capa de aire que separaba la sangre de la carne. Alguien me la había metido ahí mientras yo le ponía el sello a un libro, y, de ahora en adelante, mi vida ya no consistiría en tirar cosas, como la de la tía Gladys, ni juntar cosas, como le pasaba a Brenda, sino en dejarme ir, en amodorrarme. […]

ROTH, Philip. Goodbye, Columbus. Barcelona: Seix Barral, 2007. P. 46-48

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Política y bibliotecas: Hechos o palabras

Personalmente, no me gusta la política. Es probable que se deba a que soy un descreído, consciente de la naturaleza humana, de sus juegos y ambivalencias. No, no me gusta la política y tampoco sus gambitos, sus corporativismos, el "prometo y ya veremos". El pasado año (2007), por una jugada del destino, me leí las propuestas electorales del PSPV (Partido Socialista del País Valenciano) y del PP (Partido Popular) respecto a cultura y bibliotecas para las elecciones autonómicas de ese año. En honor a la verdad, he de decir que el del segundo era mucho más rico en actuaciones que el del primero. Hoy, el PP gobierna en la Comunidad Valenciana y lamento no haber guardado aquel programa electoral, puesto que aquellas palabras se las llevó el viento (junto con el documento que ha desaparecido de la página web del PP).

Esteban González Pons, encabeza la lista del PP de Valencia para las elecciones generales a celebrar este año, siempre se singularizó por ser un amante de las nuevas tecnologías, fue Conseller de Educació i Cultura, apostó por la utilización de Linux dentro de las Administraciones Públicas y fomentó el uso de Lliurex (La versión valenciana de Linux); por lo que su reciente apuesta por convertir a las bibliotecas como un punto de acceso a Internet sin límites mediante la instalación de redes WiFi junto con una inversión de un millón de euros no me resulta sorprendente. Sin embargo, es una apuesta desafortunada al realizarse durante una semana en la que los medios de comunicación publicaban una serie de noticias que dejaban en entredicho la política de cultura y bibliotecas del PP en la Comunidad Valenciana.

Por un lado, editores, bibliotecarios, distribuidores, escritores, ilustradores y libreros valencianos comparecían para denunciar la falta de voluntad de la Generalitat Valenciana en materia del libro al no firmar un convenio estatal. El hecho es que las bibliotecas valencianas dejaban de ingresar fondos para la adquisición de materiales librarios debido a que el Consell no había suscrito el plan extraordinario sobre bibliotecas con el Ministerio de Cultura, al contrario que el resto de comunidades autónomas. El cálculo de los libros que las bibliotecas dejaban de ingresar ascendían a 572.295 y, como poco, 2,2 millones de euros para este fin.

Por otro lado, la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) hacían público su informe que revelaba que el índice de lectura en la Comunidad Valenciana había descendido un 2,1% durante 2007 lo que situaba a esta comunidad autónoma en un 1,8% por debajo de la tasa media nacional de hábitos lectores (56,9%) registrándose un 38,3% de lectores frecuentes y un 16,8% de ocasionales. El propio presidente de la Federación, Antonio María Ávila, criticaba en la presentación del texto que la Comunitat Valenciana "no había puesto ni un duro" para contribuir a los planes de fomento de lectura del Gobierno Central.

En fin, ya veremos en qué queda la promesa, hechos o palabras.

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La Web 2.0 más productiva

Gracias a Dídac Margaix, que ha tenido la amabilidad de escanearme mi propio artículo, os puedo dejar aquí, para descargar, mi contribución al número 161 de la revista Educación y Biblioteca dedicado a la Web 2.0 publicado el pasado mes de septiembre de 2007.

Mi texto llevaba por título La Web 2.0 más productiva y trataba de reflejar distintas herramientas que podemos aplicar para el desempeño de nuestras tareas laborales diarias como profesionales de la información. Espero que os resulte interesante.

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Nuevas deficiencias en la Biblioteca Valenciana

El diario Levante-El Mercantil Valenciano informaba el pasado sábado que la Biblioteca Valenciana cerraba por las tardes la sala de consulta de sus fondos debido a la falta de personal. Concretamente, el medio de comunicación detallaba:

La biblioteca de bibliotecas de la Comunitat ha reducido a la mitad el horario de apertura de una de sus dos salas de investigación. El cierre parcial ha indignado a los investigadores que acuden a diario a este faro de sabiduría, pues afecta a la joya de la corona de la instalación del antiguo monasterio de Sant Miquel dels Reis: la sala Gregori Maians, donde se custodian los fondos gráficos, antiguos y valiosos. En ella los estudiosos pueden consultar los manuscritos, las ediciones de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, así como todas aquellas de especial rareza y valor bibliográfico y todos los documentos pertenecientes al fondo gráfico -9.000 carteles, 200.000 documentos fotográficos (positivos y negativos), 30.000 postales antiguas y un millar de grabados- de la Biblioteca Valenciana. […]

Varios investigadores han denunciado a Levante-EMV que dicha sala de fondos gráficos, antiguos y valiosos no abre sus puertas en horario de tarde desde que hace "unos dos meses se marchó el trabajador que la atendía", explica uno de los estudiosos. […]

Otro investigador, que destaca que "no es de recibo que falte de personal en el primer centro bibliográfico de la Comunitat Valenciana", relata que las carencias van más allá de la imposibilidad de consultar fondos gráficos por las tardes. Así, explica que la Nicolau Primitiu -la sala general de investigación en la que se pueden estudiar las monografías y publicaciones periódicas de los siglos XIX, XX y XXI- "ofrece muy mal servicio, puesto que la poca gente que la atiende no puede dar abasto".

El hecho no pasa de ser anecdótico cuando no hace tanto tiempo recogíamos que varios becarios de la misma insititución habían denunciado que no se les pagaba las nóminas desde hacía meses. Si la máxima representación bibliotecaria de la Comunidad Valenciana se encuentra en esta situación, sólo podemos temernos cómo se encontrará el resto de la red de bibliotecas de la Generalitat Valenciana.

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