La opera prima de Alejandro Amenábar, Tesis, es una película que no deja de sorprenderme por la cantidad de matices que ofrece. Por supuesto que la he visionado en distintas ocasiones, obviamente la última para poder escribir este texto, y a pesar de conocer su desenlace final, me sigue intrigando hasta su fin. Hay que decir que el guión es uno de los mejores que se han escrito recientemente, ofreciendo giros continuos en la trama y en la relación entre los personajes que, por otro lado, se encuentran llenos de matices. Además la temática que aborda en esta película también es valiente, mostrándonos el mundo universitario y uno de los aspectos más sórdidos de la sociedad con la realización de las películas denominadas snuff. Y si a esto añadimos que está bien rodada, tenemos una película que se convertirá con el tiempo, si no lo ha hecho ya, en un clásico del cine español.
La acción nos sitúa en el marco real de la Facultad de las Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, facultad que además de periodismo también se estudia la Licenciatura en Documentación. Ángela Márquez desea realizar su tesis sobre la violencia audiovisual y analizar de esta forma cómo nos habituamos a ella. Consciente de que a algunos fondos videográficos de su Facultad le están vetados, solicita a su director de tesis, Figueroa, que le ayude a tener acceso a ellos. El profesor está de acuerdo y decide acudir por ella a la videoteca para consultar algunas cintas. Lo curioso es que el profesor se muestra avergonzado de los fondos a consultar y trata de ocultarlo al videotecario, que más parece un vigilante de seguridad, pero durante su visita encuentra un acceso secreto a una estancia donde se guardan cintas muy especiales.