Ya había leído en algún otro lugar que la Web que conocerán nuestros hijos no será como la conocimos nosotros, que Facebook es el futuro de la Red porque ya no navegaremos buscando información, sino que, fundamentalmente, nos comunicaremos mucho más a través de ella. Sinceramente, no me puedo imaginar que el fracaso de AOL (Un proveedor de acceso a Internet con el coto cerrado) se olvide en el tiempo. La Web creció del caos y de su autoorganización, no puedo llegar a considerar que, de repente, nos conformemos con una única plataforma y nos olvidemos del increíble ecosistema de la información y de servicios que nos pone al alcance de nuestros dedos, con una simple ecuación de búsqueda, Google. Simplemente, me parece inconcedible.
Por ello, no puedo negar que me ha producido una sonrisa la consideración de que el Imperio Google se acerca a su fin. De hecho, en la Web 2.0 Summit parecen bastante convencidos de que el futuro de la Web va a pasar por Facebook. Así lo aseguran tanto Sean Parker, directivo de la empresa Founder’s Fund, como Sheryl Sandberg, jefa de operaciones de Facebook (cómo no), que creen que estamos superando la primera fase de Internet, que ha estado dominada por lo que denominan “servicios de información” en la que Yahoo! y posteriormente Google fueron los principales actores y nos encaminamos hacia una nueva fase enfocada “servicios de red” como Facebook y Twitter como baluartes del futuro que se nos avecina. De esta manera, consideran que el dominio de la compañía de Mountain View en Internet decrecerá ya que recolectar datos será menos importante que conectar a la gente, así como que la información que provean los amigos será más interesante para los usuarios que la que Google u otro buscador pueda ofrecernos.
Parece que el argumentario es similar a aquel “Hemos pasado de las páginas estáticas en HTML a otras en las que el usuario puede construir los contenidos, mejorar en su concreción y trabajar en comunidad”. De repente, parece ser que Google y el poder de sus centros de datos se encuentran condenados a la obsolescencia por un futuro marcado por el coto cerrado del azul y blanco de la red social Facebook. Al final parece que la Web semántica, aquello que marcaron como Web 3.0, sigue siendo una quimera y nos conformaremos con buscar a personas y a grupos de interés, tendremos suficiente con pastillas informativas de 140 caracteres y los medios de comunicación con sus largos y aburridos textos acabarán extintos porque no podrán atraer el suficiente público que siempre preferirán Facebook.
En realidad, las palabras de los responsables de Facebook parece más un mensaje hacia los anunciantes que un futuro palpable, aunque es cierto que Facebook es una empresa muy poderosa en cuanto al tráfico en Web. Recientemente, se ha publicado un estudio sobre el tráfico en Internet realizado por Arbor Networks en el que analizaban 256 exabytes de información y en el que se concluía que, en primera posición, del 6% del tráfico mundial lo poseía Google. Sin embargo, también es muy interesante los datos publicados en el texto que aseguran que han aparecido empresas de Internet «hipergigantes», que como Google y otras 30 compañías, entre las que figuran las redes sociales como Facebook o también portales como YouTube, acaparan el 30% del tráfico de la Red. Es decir, se está produciendo un proceso de concentración en el tráfico Web en el que aparecen una serie de compañías ganadoras y que, por lo tanto, se llevarán la mayoría de la inversión publicitaria en la Web.
Tampoco debemos olvidar que Google es más que un buscador, más que un “servicio de información”, y actualmente también podría incluirse en su definición “servicio de red”, por lo que en realidad no se puede denostar a Google sobre su reinado Web. Más bien al contrario, éste irá incrementando según se focalice, aún más, en proveer contenidos más allá de hacerlos accesibles y tratar de conectar sus usuarios y puede que en eso Google Wave tenga mucho que decir. Google no es una moda, habrá que seguir la evolución de Facebook para poder aseverar lo mismo.
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