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Categoría: Biblioteconomía

Casos de éxito de la Biblioteca 2.0: Library of Congress & Flickr

Creo que no conduciré a nadie a la sorpresa si afirmo que no todos los bibliotecarios han contemplado con buenos ojos la corriente de la Biblioteca 2.0 nacida al calor del desarrollo de la Web 2.0. La Web 2.0 se fundamenta en un nuevo concepto sobre el cual la Red es un soporte para compartir conocimientos e informaciones, pero su traslación a la Biblioteca ha sido contemplado con cierto excepticismo, e incluso contestatario, considerando que los bibliotecarios llevan siendo «2.0» desde hace mucho tiempo. Es bastante probable que debamos comenzar a discernir entre el fondo y las formas de la manera que las bibliotecas difunden la información y los mecanismos que construyen para conseguirlo, y a pesar de que el fondo sea el mismo, tal vez las formas difieran completamente. No cabe duda de que la Red amplía mucho más allá de nuestra imaginación las enormes posibilidades que un fondo documental bien gestionado puede tener si utilizamos convenientemente las herramientas que la Web 2.0 pone a nuestro abasto.

Uno de los ejemplos nos lo trae la Library of Congress (LoC), la biblioteca nacional norteamericana, que recientemente publicaba en su blog un informe sobre el éxito que había tenido la publicación de unos millares de fotografías de forma abierta utilizando el servicio Flickr. En el blog de la LoC, se felicitaban del retorno que la biblioteca había disfrutado en esta prueba piloto desde el que se invitaba a la comunidad de internautas a etiquetar las fotografías subidas y a comentarlas, confiando que la información proveída de forma desinteresada por los usuarios de Flickr aportase algún valor añadido de calidad a la colección de fotografías. Por otro lado, se buscaba la difusión de los documentos gráficos a un público que podría estar muy interesado en las mismas, pero que no pudiese acceder de otra forma a ellas.

El balance tras nueve meses de experiencia ha resultado, según la LoC, muy positivo; obteniéndose más de diez millones de visualizaciones, 7166 comentarios y más de 67000 etiquetas de la colección de fotografías. Por otro lado, más allá de la anécdota que podría presuponerse a este experimento, la información que proveyeron los usuarios de Flickr sobre los nombres de los lugares, la precisión de las fechas de la imagen o del evento que recogía, pudo trasladarse al catálogo de la LoC concretando que los datos se habían extraído de forma colaborativa de Flickr actualizando de esta forma las fichas bibliográficas de las fotografías.

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Una visita a la biblioteca de la Escuela de Magisterio de la Universitat de València

Mi reciente y primera visita a la biblioteca de la Escuela de Magisterio de la Universitat de València constituyó una sensación bastante extraña. En primer lugar porque, a pesar de haber pasado en innumerables ocasiones frente al edificio, nunca me había atrevido a adentrarme en él (y eso que mi hermana estudió allí) y, segundo, porque aún cargado con un maletín dispuesto a consultar los fondos de la biblioteca para ayudarme en la realización de un informe, me sentía un poco extraño en mi tierra, creyéndome demasiado torpe para realizar consultas, no fuese que la bibliotecaria me dedicase una mirada censuradora y pronunciase aquello de «No moleste» -Algo que, todo sea dicho, no sucedió-. Sí, es posible que incluso para un profesional como yo, la ansiedad en la biblioteca (o más bien miedo) estuviese más de cuerpo presente de lo deseable, pero es cierto que yo me encontraba un poco como un pez fuera de la pecera, demasiado torpe, demasiado usuario.

El caso es que de no entrar, no entré ni por la puerta principal del edificio, encaminándome hacia el aparcamiento por un lateral, discurriendo hacia la parte trasera donde se adivinaba otro edificio con, aparentemente, la misma función que el primero. Sin embargo, gracias a mi carácter un poco curioso, un poco travieso, descubrí los ventanales de lo que iba buscando, esto es la biblioteca, y sólo me quedó hallar las puertas accesorias para situarme dentro del edificio, puesto que mirándolo desde el exterior me sentía un poco como Guillermo de Baskerville mientras se hallaba en la abadía, inquiriendo Adso «Apuesto a que ese edificio no contiene sólo aire».

Os podéis imaginar cómo un bibliotecario puede sentirse a través de los pasillos llenos de jolgorio de los jóvenes estudiantes de hoy en día, entre sorprendido y aturdido, considerando que aquel no es su lugar, que allí estoy de más. Sin embargo, la presencia de los estudiantes me sirvió, en esta ocasión, para encontrar lo que andaba buscando: la puerta de acceso a la biblioteca. Porque si bien como Guillermo andaba preguntándose cómo era posible que el bibliotecario de la abadía del crimen y su ayudante podían acceder a los fondos a través de un Scriptorium cuya puerta de acceso no tenía pomo, obviamente mi reto intelectual no iba a llegar más lejos, aunque por supuesto que es difícil encontrar tu destino si todas las puertas (reprografía, aulas y biblioteca) disponen de la misma tonalidad y semejanza.

Pero, como he señalado, un alumno en un momento providencial abrió una puerta y la presencia de un revistero me puso sobre la pista de la sala que buscaba y tan sólo me restaba traspasar una segunda puerta para alcanzar la sala. Por supuesto que no accedí inmediatamente, sobre todo porque unos carteles sobrepuestos con celo me llamaron en demasía la atención. Carteles reindivicativos, sobre la situación de la biblioteca y de su personal, que en aquel momento bien hubiesen sido merecedores de una fotografía, pero que las prisas y la falta de material adecuado (una cámara) me impidieron recoger testimonio de las protestas que el personal del centro de información lanzaba hacia la dirección del centro sobre su función, posición y trabajo.

Visto lo visto, lo cierto es que tienen razón. La biblioteca no puede ser declarada como tal, es más, la consideración de sala de estudio es más ajustada en este caso. Porque la entrada es angosta, encontrándote con un pilar que limita la visión de la sala compuesta de dos secciones: Una para el estudio individual, con mesas clavadas al suelo, para unas 40 personas y otra con cuatro mesas donde se juntan los estudiantes para realizar trabajos colectivos o bien para consultar los fondos librarios. En las estanterías accesibles al público en general, poco más que obras de referencia, dejando la mayoría del fondo de acceso sólo a los bibliotecarios.

En realidad, mi visita fue muy breve puesto que sabía a lo que iba y lo que quería consultar. Pero, obviamente, no portaba las signaturas de los libros a los que quería echar un vistazo. De manera completamente torpe, frente a tres ordenadores que invitaban poco a la consulta, me dirigí a la bibliotecaria que amablemente ante mi pregunta sobre el catálogo me referenció hacia los terminales. Cómo no me había percatado antes, o más bien, porqué me había hecho el remolón; puede porque es mejor parecer torpe, que hacer el tonto y después tener que despejar cualquier duda de que lo eres.

No cabe duda de que más oportunidades dispuse de ello y, en cuanto la bibliotecaria me descubrió azaroso tratando de encontrar el orden y el concierto de las estanterías, me señaló que seguramente el libro en cuestión debería solicitárselo a ella. Algo que obviamente tuve que hacer y los libros llegaron, al fin, a mis manos para mi consulta.

Luego llegó lo peor de toda mi experiencia, que no fue lo anteriormente reseñado, sino más bien las miradas de chascarrillo de los estudiantes de magisterio que se reunían en las grandes mesas que, imagino que entretenidos y divertidos, comprobaron mi falta de maña en una biblioteca, aunque ya se sabe «en casa del herrero, cuchillo de palo».

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Un error en unidades de medida que costaron millones

La sonda espacial Mars Climate Orbiter fue el segundo satélite que desde la NASA se envió a Marte dentro del programa Mars Surveyor ’98 para el estudio del clima y las características meteorológicas del planeta, así como intentar determinar sus particularidades pasadas. Además, debía proporcionar información y servir de estación de comunicaciones para apoyar la aproximación y el aterrizaje en Marte, en diciembre de 1999, de la misión Mars Polar Lander. La sonda fue enviada el 11 de diciembre de 1998 y llegó al astro el 23 de septiembre de 1999, con el objetivo de mantenerse en una órbita de 140–150 km durante un año marciano que equivale a 687 días terrestres.

Con un coste total de proyecto de 326’7 millones de dólares, la sonda comenzó a tener problemas nada más arribar al planeta, no pudiendo situarse en una órbita correcta ni enviar un solo dato a la agencia estadounidense. Tras la investigación de porqué la sonda no pudo colocarse en la órbita correcta, la NASA concluyó que en la construcción y programación de los sistemas de navegación y lanzamiento de la sonda espacial participaron distintas empresas que utilizaron sistemas de medida diferentes.

En concreto la Lockheed Martin Astronautics de Denver fue la encargada de diseñar y construir la sonda espacial, mientras que la Jet Propulsion Laboratory de Pasadena fue la encargada de programar los sistemas de navegación de la sonda. Pero los dos laboratorios no trabajan con las mismas unidades de medida, el primero de ellos realizaba sus medidas y proporcionaba sus datos con el sistema anglosajón de unidades (pies, millas, libras…), mientras que el segundo utilizaba el Sistema Internacional de unidades (metros, kilómetros, kilogramos…); por lo que el primero de ellos realizó los cálculos correctamente utilizando el sistema anglosajón y los envío al segundo, pero los datos que proporcionó no especificaban las unidades de medida utilizadas. Ante esto, el segundo laboratorio utilizó los datos numéricos que recibió pero los interpretó como si estuvieran medidos en unidades del Sistema Internacional. El resultado fue que los ordenadores de la nave realizaron los cálculos de aproximación a Marte de manera errónea, por lo que la sonda se situó en una órbita equivocada, a sólo 57 km de altura, provocando su caída sobre el planeta y destrucción al friccionar con la atmósfera marciana.

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La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (y 5): Conclusiones

La Web 2.0 y más específicamente la Web Social son conceptos que se han popularizado en los últimos dos años pero de los que no se ha estudiado con suficiente detenimiento su éxito e implantación dentro de los ámbitos profesionales. Concretamente, dentro del colectivo de los Bibliotecarios y los Documentalistas, las actividades destinadas a la promoción de estas nuevas herramientas tecnológicas se han multiplicado sin que exista una conciencia clara si realmente se estaba produciendo una interacción y un aprovechamiento real de las mismas. Una de las herramientas necesarias y con mayor proyección futura son sin duda las Redes Sociales en Internet donde los profesionales de la Información construyen, muestran y comparten (Dependiendo del caso) las relaciones profesionales que han venido desarrollando a lo largo del tiempo.

En los textos precedentes a éste (Cuyos enlaces se encuentran más abajo) trataban de aproximar las distintas posibilidades y las características de tres de las redes más importantes que actualmente se vienen utilizando en España por parte de los internautas, a saber, Facebook, Xing y LinkedIn. En nuestra pequeña introducción a la realidad de las Redes Sociales, nos hemos detenido en una Red Social generalista, donde se entrecruzan distintas opciones para el ocio y la comunicación, y dos con marcado perfil profesional donde se busca la interacción profesional más allá de las opciones de compartir fotografías y experiencias que ofrece de una forma mucho más decidida Facebook. La popularidad de Facebook es claramente aplastante sobre las otras dos, así en el gráfico inferior, podemos comprobar la evolución del tráfico entre los tres sitios webs, desmarcándose en gran medida Facebook.

En contraposición, debemos situar las otras dos Redes Sociales profesionales estudiadas, LinkedIn y Xing, ya que la primera está desarrollando una gran popularidad, frente a la segunda más veterana en el ámbito hispano ,y seguramente con mayor número de perfiles. Sin embargo, LinkedIn está comenzando a buscar su nicho de mercado en el idioma español desarrollando su interfaz específico para esta lengua por lo que su popularidad es previsible que se incremente entre los hispanohablantes. Por otro lado, la equivocación en el modelo de negocio de Xing tras la compra de otras dos Redes Sociales muy populares eConozco y Neurona puede que haya supuesto una ventaja competitiva a LinkedIn dentro de este mercado y del que Xing le cueste recuperarse.

Hemos realizado una aproximación muy básica dentro de las tres redes, analizando más sus posibilidades y el juego que podrían aportar en un futuro para la realización de un estudio más profundo y detallado de los profesionales que mantienen sus perfiles dentro de ellas que extrayendo conclusiones interesantes. De hecho, nos ha sorprendido que la presencia declarada de bibliotecarios y documentalistas dentro Facebook era casi testimonial, tal vez porque es un producto que no está diseñado necesariamente para el establecimiento de relaciones estrictamente profesionales y sus usuarios así lo perciben, a pesar de disponer de las opciones y el potencial para serlo. Esta baja presencia de personas que han rellenado sus perfiles declarándose como profesionales de la información nos conduce a entrar necesariamente en la consideración de analizar el porcentaje de perfiles completos disponibles en las redes a estudiar. Por supuesto que éste sería uno de los puntos más interesantes a estudiar, ya que la calidad y cantidad de información a recoger y analizar pasaría necesariamente por ese punto.

Otro de los aspectos criticables -y aceptado todo sea dicho- a esta primera aproximación es lo básico de nuestras consultas. Nuestra lectora Gamoia nos advertía de la necesidad de la utilización de otro tipo de combinaciones en otras variedades idiomáticas del estado Español, como bibliotecari o bibliotecària en catalán, ya que de lo contrario nos encontrábamos obviando a una parte de la población que se había dado de alta en las Redes utilizando el lenguaje que utiliza habitualmente en su lugar de trabajo habitualmente. Este punto es, sin lugar a dudas, muy interesante en el que detenerse si se realizase un estudio dentro del ámbito geográfico español, a la vez que sería necesaria la confección de un listado de términos bajo los que los profesionales de la información se encuentran identificados dentro de estas redes como, por ejemplo, arquitectos de la información. Por otro lado, la realización de un estudio mucho más detallado por ámbito geográfico sería al mismo tiempo sugerente, aunque habría que ampliar el control de vocabulario a otros términos utilizados en América Latina como Bibliotecología en detrimento de nuestra Biblioteconomía.

La profundidad sobre las cuales se realizan las búsquedas dentro de las bases de datos de estas Redes Sociales es otro de los aspectos en los que detenerse.  Según la experiencia desarrollada en este pequeño estudio, los resultados más interesantes los obtendríamos en Xing (Que nos permite realizar consultas sobre toda la base de datos hasta 300 registros) en detrimento de LinkedIn que en su forma más básica nos devuelve hasta 100 resultados aunque en su versión de pago no se alcanzaría la cifra de 300. Asimismo, debemos tener presente que los usuarios pueden haber creado dos perfiles similares ante el olvido de claves lo cual nos daría registros duplicados con información más actualizada el uno que el otro.

También es interesante el uso del idioma que se realiza en estas dos Redes Sociales. De esta manera, se detecta un uso del término anglosajón Librarian dentro del ámbito español mucho mayor en LinkedIn que en Xing, posiblemente debido a que hasta hace poco LinkedIn no ofrecía una interfaz traducida al castellano.

La cantidad de relaciones es otro de los extremos completamente necesarios a estudiar, así como la actividad que los usuarios despliegan dentro de estas redes. Por supuesto que la riqueza de las dos redes profesionales, más allá de Facebook, localizando otros profesionales de la información de otros ámbitos lingüísticos y geográficos es incuestionable, a la vez que se detecta su volumen y el número de relaciones. Por otra parte, los estudios universitarios realizados hasta el ejercicio de la profesión, la cantidad de trabajos desempeñados, en qué organizaciones y la calidad de los mismos son otros de los datos a estudiar que sin embargo se nos limitaría el acceso por las propias políticas de privacidad de estos sitios web, Además, por la propia configuración del sistema, nos encontremos limitados a la cantidad de perfiles a recuperar , descarta que podamos conseguir resultados relevantes según qué ecuaciones de búsqueda lancemos, así como la detección de su uso real sobre una población determinada de sus usuarios para poder realizar comparaciones entre ambas Redes Sociales.

Más información:

  1. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (1): Introducción
  2. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (2): Facebook
  3. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (3): LinkedIn
  4. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (4): Xing
  5. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (y 5): Conclusiones
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La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (4): Xing

Xing pertenece a la compañía alemana Open Business Club que decidió a adquirir dos de las principales Redes Sociales en Internet en castellano durante el año 2007: Neurona y eConozco. Con más de 6 millones de perfiles, y tras la absorción de las dos compañías, puede considerarse que Xing disponía de la mayor popularidad en Redes Sociales profesionales dentro del ámbito hispano. Sin embargo, la transición desde un modelo casi abierto desde las dos redes compradas hacia un modelo completamente de pago dañó su crecimiento y actualmente dispone de un modelo mixto: De pago y premium.

Realizando las consultas para nuestro estudio, nos hemos encontrado que podíamos realizar la extracción de datos mediante dos opciones: Sobre todos los perfiles dados de alta en Xing o sólo a través de nuestros contactos hasta el segundo nivel. Realizando una pequeña prueba en nuestra búsqueda genérica con los términos bibliotecario, bibliotecaria y documentalista hemos obtenido como resultado unos 300 perfiles que es el número máximo de resultados que Xing permite consultar. Ante esto y la imposibilidad de obtener resultados más ajustados, hemos tomado la resolución de realizar dos tandas de consultas. Por un lado, al igual que realizamos en Facebook, sobre toda la base de datos de Xing y, por otro, a semejanza con lo que hicimos en LinkedIn sobre nuestros contactos hasta el segundo nivel (Señalar que en ambos casos la profundidad de las búsquedas son equivalentes).

Consultas hasta el segundo nivel de nuestra red de contactos

Desgraciadamente, Xing no nos provee información sobre la cantidad de perfiles sobre los que estamos realizando las consultas, al contrario que sucedía con LinkedIn, por lo que es difícil realizar una comparación sobre los mismos. Por otro lado, habría que realizar un análisis del nivel de actividad de nuestros contactos dentro de Xing (Número de contactos de nuestros contactos por ejemplo) aunque he de decir que aparentemente es mayor en LinkedIn que en Xing puede que por las circunstancias anteriormente detalladas. En cualquier caso, los datos que arrojan nuestras consultas son los siguientes:

Total Hombre Mujer NS/NC
Palabra Clave: Bibliotecario 13 9 4 0
Palabra Clave: Bibliotecaria 13 0 13 0
Palabra Clave: Documentalista 52 20 32 0
Puesto Actual: Bibliotecario 4 3 1 0
Puesto Actual: Bibliotecaria 2 0 2 0
Puesto Actual: Documentalista 27 13 14 0
Empresa Ahora: Biblioteca 6 3 3 0
Genérico: Biblioteconomía 16 7 9 0
Genérico: Documentación 44 14 30 0

Consultas sobre toda la base de datos de perfiles

Finalmente, teniendo presente la limitación de consulta que supone la devolución de un máximo de 300 perfiles, hemos realizado una serie de consultas intentando obtener datos lo más relevantes posible y que, en este caso, tratasen de ser más precisos para que los resultados fueran representativos. Para ello, hemos tratado de restringir el ámbito geográfico en España por cuestiones prácticas, aunque esto no quiere decir que no fuese relevante una muestra sobre cada país de América Latina.

Total Hombre Mujer NS/NC
Puesto Actual: Bibliotecario 185 173 12 0
Puesto Actual: Bibliotecaria 300 0 300 0
Puesto Actual: Bibliotecario | País/región (profesional): España 66 56 10 1
Puesto Actual: Bibliotecaria | País/región (profesional): España 147 0 146 1
Puesto Actual: Documentalista | País/región (profesional): España 300 102 198 0
Genérico: Biblioteconomía 225 68 157 0
Genérico: Documentación | País/región (profesional): España 300 131 169 0
Empresa Ahora: Biblioteca 287 97 187 3
Puesto Actual: Librarian 1 0 1 0

Más información:

  1. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (1): Introducción
  2. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (2): Facebook
  3. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (3): LinkedIn
  4. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (4): Xing
  5. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (y 5): Conclusiones
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La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (3): LinkedIn

LinkedIn es una Red Social en la Web norteamericana nacida en diciembre de 2002, aunque lanzada definitivamente en marzo de 2003. Hasta hace poco se encontraba tan sólo en inglés, aunque recientemente disponemos la opción de mostrar la interfaz en castellano. Nos encontramos frente a una de las Redes Sociales más importantes del mundo, que emplea a 350 personas aproximadamente, con un crecimiento muy interesante en cuanto a tráfico y que se encuentra diseñando su propia red publicitaria. Sin duda, los profesionales de la información encontrarían de interés estar presentes dentro de ella para establecer puentes con otros bibliotecarios y documentalista desde un enfoque un poco más formal que en Facebook.

En cuanto a las búsquedas realizadas, en esta ocasión, LinkedIn, que dispone de una versión gratuita y una versión premium de pago, tan sólo nos permite realizar las consultas sobre la red de contactos que tengamos establecida según la teoría de seis grados de distancia pudiendo acceder hasta el tercer nivel. En mi caso particular, sólo puedo acceder a un número aproximado de 51.800 perfiles, por lo que los resultados pueden diferir según se realice con distintos perfiles con cierto volumen de contactos.

De nuevo disponemos de una caja de búsqueda genérica y sobre ella vamos a realizar nuestras primeras tres búsquedas: Bibliotecario, bibliotecaria y documentalista.

Todos Hombre Mujer NS/NC
Bibliotecario 15 11 4 0
Bibliotecaria 18 0 17 1
Documentalista 35 15 20 0

Por otra parte, al igual que en Facebook, se nos permite realizar búsquedas de una manera avanzada dentro de una página específica diseñada con esta finalidad. Al contrario de lo que sucedía en Facebook, se nos permite la búsqueda mediante Palabras Clave o Keywords que se realizarían sobre todos los campos del perfil pudiendo combinarlo con distintos campos concretos para poder refinar la búsqueda. Esta circunstancia la hemos aprovechado para concretar alguna búsqueda que en la anterior Red Social estudiada no nos permitía realizar.

Total Hombre Mujer NS/NC
Cargo: Bibliotecario 15 11 4 0
Cargo: Bibliotecaria 18 0 17 1
Cargo: Documentalista 35 15 20 0
Cargo: Librarian / País: España 33 13 20 0
Empresa: Biblioteca 24 8 14 2
Palabras Clave: Biblioteconomía 48 21 27 0
Palabras Clave: Documentación 82 40 42 0

Como en la ocasión anterior, se detallan el campo desde el cual se realizó la búsqueda junto con el término utilizado con ella, realizándose una división por sexo del número de perfiles recuperados.

Más información:

  1. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (1): Introducción
  2. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (2): Facebook
  3. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (3): LinkedIn
  4. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (4): Xing
  5. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (y 5): Conclusiones
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La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (2): Facebook

Uno de los lugares más populares en las Redes Sociales en Internet es Facebook. Nos hemos centrado en ella debido a la aparente buena representatividad de los profesionales de la información dentro de ella, de hecho, esta presencia se ha reforzado con la creación, por parte del equipo de redacción de la revista especializada El Profesional de la Información, del Grupo El Profesional de la Información – EPI en ella y que actualmente cuenta con 380 miembros.

Por otro lado, aunque ya lo indicamos en el texto anterior, el objetivo de este sitio web es el desarrollo de relaciones sociales no necesariamente enfocadas a los contactos profesionales, disponiendo un enfoque mucho más informal y ocioso que las otras dos Redes Sociales a estudiar. Las consultas se realizan sobre toda la base de datos de usuarios que dispone Facebook, aunque apenas se puede consultar nada dentro de los perfiles puesto que se debe ser aceptado como «amigo» para su visionado.

Las consultas a la base de datos se han abordado a través del buscador genérico de la página web, situado en la parte superior derecha una vez que el usuario se ha logueado dentro de ella. Las tres consultas lanzadas han sido: Bibliotecario, Bibliotecaria y Documentalista, obteniéndose los siguientes resultados:

Total Hombre Mujer NS/NC
Bibliotecario 17 12 3 2
Bibliotecaria 37 0 35 2
Documentalista 21 7 14 0

Nótese que la columna correspondiente al NS/NC se debe a que algunos usuarios de Facebook utilizan seudónimos o acrónimos para identificarse dentro de la Red Social, por lo que aunque se han contabilizado no ha podido determinarse su género. Por otro lado, es interesante señalar que en distintas búsquedas los profesionales de la información se consideraban indistintamente como Bibliotecario/Documentalista por lo que el perfil se encuentra presente en ambas búsquedas.

Intentando mejorar el alcance de este pequeño estudio, se han consultado otros aspectos de los profesionales de la información más allá de la denominación que hacen de sus respectivos puestos de trabajo. Así pues se han intentado obtener datos referidos a las carreras, los puestos específicos desempeñados y las empresas dentro de las plantillas de búsqueda avanzada. de perfiles

La imagen de la izquierda corresponde a las opciones de búsqueda que nos ofrece Facebook a octubre de 2008. Teniendo presentes los resultados anteriores, no se ha dispuesto ninguna limitación de ámbito geográfico que, como se verá, posteriormente se deberá adoptar dentro de otras redes para poder realizar un análisis mínimo de datos.

  Total Hombre Mujer
Genérico: Biblioteconomía 26 11 15
Genérico: Documentación 63 20 43
Carrera: Biblioteconomía 5 2 3
Carrera: Documentación 7 4 3
Puesto: Bibliotecario 0 0 0
Puesto: Bibliotecaria 3 0 3
Puesto: Documentalista 3 0 3
Empresa: Biblioteca 1 0 1
Puesto: Librarian / País: España 0 0 0

En el cuadro superior, detallamos en cada fila el campo y el término para realizar la consulta. De esta manera, «Carrera: Biblioteconomía» correspondería a la Búsqueda de Perfil dentro campo «Carrera» utilizando el término «Biblioteconomía».

Más información:

  1. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (1): Introducción
  2. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (2): Facebook
  3. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (3): LinkedIn
  4. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (4): Xing
  5. La Biblioteconomía y la Documentación en las Redes Sociales de Internet (y 5): Conclusiones
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