No recuerdo cuándo hice clic sobre el botón “Place your order” por primera vez. Posiblemente fuese en el año 2000 y probablemente se tratase de unos Cds imposibles de encontrar aquí, pero mi selección de Amazon como mi primera experiencia de compra online no me defraudó. Y nunca lo haría. Actualmente, nos parece normal introducir los datos de nuestra tarjeta de crédito en cajas en formularios web, pero en el año 2000 había mucho miedo y desconocimiento. Los robos de nuestros datos se nos antojaban casi como automáticos y el aura de confianza que transmitía Amazon era una gran garantía para un neófito como yo. Es cierto que jamás me ha decepcionado como cliente ni en cuanto a los envíos, ni en cuantos los productos recibidos, ni siquiera a la hora de gestionar las compras. Todo es sencillo y directo y suspiraba por un Amazon España para comprar artículos que obviamente en el extranjero iba a ser difícil encontrar: Libros en castellano.
Puede ser que este nuevo Amazon no sea comparable ni al británico, desde el que he comprado muchas cosas, ni al americano en cuanto a catálogo. Nunca he comprado en el americano, sobre todo por los recargos de la aduana y porque no quería sorpresas desagradables, pero sí que lo he hecho en el francés para intentar encontrar un DVD descatalogado en España y estuve a punto de hacerlo en el alemán; pero ante mi primera compra en esta tienda virtual recién abierta oficialmente en España no me ha decepcionado. Porque no nos engañemos, acceso a Amazon teníamos y encontrábamos algunos artículos más baratos, las fronteras en la Unión Europea no existen, el hecho de que la gestión de clientes esté integrada es un alivio y un gran acierto. Es decir, puedes entrar en el Amazon español, en el francés o en el alemán con la misma dirección de correo y allí estarán tus datos para comprar sin tener que introducirlos una y otra vez. Una comodidad más, un lujo más.
Esta semana me encontré en mi lector RSS con la presentación de un libro que me interesaba especialmente. Era un libro técnico sobre el procesamiento de la imagen y no me apetecía acudir a una gran librería para tener que solicitarlo y esperar que me lo trajesen. Mi primer instinto fue buscarlo en Amazon España aunque se había editado recientemente y mi sorpresa fue mayúscula al comprobar que allí estaba, disponible para ser adquirido. Posteriormente todo fue sobre ruedas accedí con mi cuenta de correo y el proceso de compra resultó tan sencillo como siempre señalando los plazos de entrega que estoy seguro que se cumplirán a rajatabla.
Mi última compra en Amazon todavía es en papel, pero imagino que el Kindle (el eBook de la tienda virtual) estará a la vuelta de la esquina. Definitivamente, Amazon España viene a demostrar que no se pueden poner puertas al campo, el futuro llega a pesar de esos intentos de vallarlo. Algunos editores , grandes almacenes y comercios electrónicos deberían comenzar a plantearse las cosas muy seriamente antes de que alguien se lleve su queso.