Esta misma semana cerraba, por razones que él mismo explicaba con un título tan atrayente como “¡A la mierda!”, el blog Geekteca. No es el primer ni es el último biblioblog que anuncia el cese de sus actividades por motu propio, así también lo hicieron en su momento Yavannna o Iuluis. Caso a mencionar también es el de Véase Además uno de los biblioblogs referentes en su momento también se despidió de sus lectores temporalmente para no volver hasta la fecha. Por supuesto que eran otros tiempos y las redes sociales o el microblogging no estaban tan en boga o, simplemente, es que al final nos hemos hecho mayores.
Recuerdo que Jorge Serrano me comentó en su día lo fácil que eres olvidado en Internet. En un momento, estás en la cumbre, eres reconocido y consultado. De repente, abandonas la publicación de tu blog (en su momento) y ya no eres nadie. Por supuesto que por el orgullo del pasado mantiene el enlace a su blog Trucos de Google en la firma de su email, mientras su vida personal y profesional han cambiado radicalmente desde 2004. Sin embargo, todos estas webs, todos estos recuerdos se perderán como lágrimas en la lluvia.
Aunque realmente no lo harán. Los blogs, Twitter, Facebook son, sin ninguna duda, modas pasajeras, que consiguen juntar a una serie de personas que finalmente siguen adelante. Los recuerdos de esos encuentros, esos espacios, esas líneas publicadas en ocasiones de forma presurosa quedan guardados por algoritmos que devolverán a aquellos inquietos visitantes, los relatos vitales de aquellas personas. Son rastros de nosotros mismos, bits de nuestra existencia que vamos dejando a cada paso del camino.
Al igual que el autor de Geekteca he pensado dejarlo, abandonar. Muchas han sido las ocasiones en las que me lo he planteado seriamente como he ido relatando ya en múltiples oportunidades. Otros proyectos y otras ocupaciones, otras aficiones, así como la gran explosión de la publicación online que no deja huecos a la reflexión porque poco queda por añadir por alguien que es un mero observador de lo que allí se cuece.
Puede pesarnos, pero es éste el destino de la mayoría de los blogs, ser meras islas, botellas abandonadas en un océano de datos, cayendo en la mera obsolescencia visual y gráfica mientras otros formatos, otras modas, desplazan a aquello que imperó no hace tanto en la gran biblioteca virtual que es Internet. Pero seguimos adelante, confiando en encontrar un hueco y reencontrarnos ya sea aquí o en cualquier otro lugar porque no nos cabe duda que al final el esfuerzo nos merece la pena.
[…] This post was mentioned on Twitter by bigmouth, Marcos Ros. Marcos Ros said: En mi blog: Como lágrimas en la lluvia http://goo.gl/fb/xXWnq […]
Escribimos porque queremos, todo lo demás es secundario.
Tal vez hubo un tiempo en que los blogs estuvieron de alguna manera potenciados por los buscadores. Aparte de eso, en mi experiencia particular he observado que hay blogs que se han mantenido a costa de una cierta cohesión de grupo de amigos y del asinus asinum fricat de los clásicos, lo que los hace cerrados y por lo tanto de alguna manera alejan participantes que serían interesantísimos. Por otra parte no deja de sorprenderme que posts en los que se lee todo lo más algo como «esta mañana he comido dulce de membrillo» obtengan 119 comentarios, o que haya tanto refrito.
En mi evolución estoy en el proceso que apunta Álex Ruiz -e incluso busco el incógnito por extraño que parezca, y hasta abandoné una URL- aunque eso de que «escribimos porque queremos» yo lo había oído en otra versión (Lorca dixit): escribimos para que nos quieran.
[Mi otro blog, el de trabajo, se llama «Hebroniana» y lo tengo porque me muevo muy bien guardando mis cosas en él, si además le sirve a alguien… miel sobre hojuelas]
Escribimos para que, de vez en cuando, nos dejen algún comentario…
😉
Todo lo que escribimoa el los blogs,es que uno piensa que va aser famoso,o por ese instamte que llanamos gloria,pero al cabo de unos dias nos damos cuenta que somos ese punto que nadie mira,aún asi lo hacemos,¿porque?insistimos otra ves ,es como empujar una gran puerta con una pluma,el secreto interior es ¿y…si se habre?
un saludo
En mi opinión,lo importante no es tanto el soporte, sino el contenido. Si un blog, web o derivados ofrece información interesante y veraz se convertirá en un referente, en una cabecera.