Sucede que, en ocasiones, vas encontrándote a cada paso, actitudes que creías desterradas, que no te volverías a encontrar, que eran salvas al aire para comprobar qué sucedía; sin embargo puede suceder que no se trate de algo que se deja caer para ver hacia dónde conduce, que en realidad es una tendencia y que, desgraciadamente, a pesar de lo dicho, donde dije digo, digo Diego.
Esta semana me sorprendía al leer que The New York Times se encontraba estudiando volver a los contenidos de pago. Curiosamente, al mismo medio que aplaudimos cuando decidió aprovechar aquello de la Larga Cola y abrió su archivo para aprovechar para la rentabilización de todo aquel tráfico. Este jueves también se publica en la revista Time un artículo cuyo título era muy esclarecedor sobre sus intenciones: How to Save Your Newspaper, y donde se urgía el establecimiento de un modelo de negocio en los medios de comunicación que debería basarse en el pago de ciertos contenidos para que estas empresas puedan sobrevivir a la crisis económica en las que nos encontramos inmersos.
Podríamos caer en la tentación al considerar que esto es algo que nos es ajeno, que los medios de comunicación ya tuvieron que vérselas con una crisis -La burbuja tecnológica también tuvo que ver con ellos puesto que los ingresos publicitarios se resintieron-, ensayaron modelos nuevos en las que el pago constituía cierta bandera y algunos tuvieron que volver sobre sus pasos cuando la situación amainó. Sin embargo, a pesar de aquellos que negaron la evidencia, la crisis en la Web 2.0 es ya un hecho y el debate sobre la búsqueda de nuevos modelos de financiación ya se encontraba sobre la mesa antes de entrar en ella con toda su crudeza. Porque actualmente Adsense y la publicidad on-line ya no es la panacea, los ingresos mediante este sistema han caído un 40% de media, y hay que agudizar el ingenio y tratar de ensayar otros medios para obtener ingresos aunque no pasen por Mountain View.
Porque el debate sobre si los blogs deben o no deben tratar de buscar ingresos por sus audiencias, hace tiempo que cayeron en saco roto y mientras algunos contemplan cómo aquellos que trataron de encontrar su nicho en las nanoaudiencias comienzan erosionar su crédito tropezando en las mismas piedras que sus hermanos mayores de papel, ya plantean lo que los medios no dudaron en contemplar: El pago por contenidos de calidad.
Por supuesto que, en nuestra andadura, podemos realizar el camino inverso, que otros nos inciten a publicar sobre un producto o a publicar sobre una temática específica (El famoso post pagado). En realidad, una suerte de publirreportaje que los medios de comunicación aceptan pero que bien se preocupan de destacar para no empañar la información con la promoción, porque no hay peor pecado que publicitar algo en lo que no se cree. No olvidemos que la autoridad se gana en el día a día y es muy difícil recuperarla.
A todo esto, en un brainstorming de marketing muy Web 2.0 ya se ha tenido tiempo de elucubrar el servicio de pago 2.0, el Freemium, que funciona sobre la base de la oferta de servicios básicos gratuitos junto con otros más avanzados de pago. Vamos, los bien definidos servicios Premium, pero buscando darle una vuelta de tuerca más al lenguaje y sus neologismos cruzados, aunque esta vez sí desde el otro lado del Atlántico. Así pues, muchos proyectos Web 2.0 se reenfocan hacia esta nueva terminología, buscando la financiación para poder sobrevivir hasta la nueva reactivación de la economía confiando en la creación o la rentabilización de su base de usuarios. Sin embargo, está por ver que los internautas bien acostumbrados a obtenerlo todo casi de forma gratuita se encuentren cómodos pagando por algo que casi consideran un derecho, donde la picaresca está muy asentada y donde casi todo se puede hacer sin pagar un euro.
Es difícil poder apuntar hacia dónde nos va a conducir la situación que vivimos hoy en día, pero me da la impresión que después de este bache muchas cosas van a cambiar en la Web y nuestra relación con ella.
Volver al pre o post pago de los periódicos y otros recursos web. No creo que sea una solución, hay que buscar siempre el tráfico, y el pago es una barrera. La publicidad desde luego que cae diariamente en todos los medios de comunicación y hasta en Google (y todos los buscadores) . Ahora bién habría que buscar otras maneras de conseguir tráfico y publicidad, pero no un simple anuncio, sino publicidad efectiva. Si entramos de manera más o menos usual en un medio de comunicación on line, sabemos dónde están las noticias, las secciones y por supuesto la publicidad. Esa sección la obviamos y llega el momento que ni tan siquiera prestamos atención, como cuando vamos conduciendo y no vemos que hay en nuestras cunetas. Si se cambia ese orden, el usuario no le queda más remedio que «tragar» publicidad y probablemente probar algún producto que antes no hubiera visto. El css está orientado para esto, cambio de la estructura de manera sencilla y económica. Si que estamos reflexivos de parte domingo…
Pues sí, puede ser que la publicidad ya no tenga efecto sobre nosotros… Y qué decir de los nativos digitales que para ellos ni existe. Sin embargo, en estos tiempos que corren, parece que volver al tráfico no es una solución viable, sobre todo porque el tráfico no es infinito y los ingresos tampoco lo son.
La publicidad en la Web es la que mejor ROI tiene para el anunciante porque sabe qué campañas son efectivas, paga por la acción más que por la exposición que era la forma tradicional publicitaria de los medios de comunicación.
El pago por contenidos parece que es algo descartado, pero ¿por algunos contenidos? Ya lo veremos, recordemos que El Mundo no tiene su edición completa en abierto.
Considero que a futuro los periodicos, revistas y otros medios de informacion «en papel impreso» pasaran a ser obsoletos por el uso de la web: todo sera digitalizado. Inclusive la posibilidad de que uno escriba la noticia hara realmente necesario: «pagar por contenidos?»