A través del artículo 28 kilómetros de libros, 80 años de independencia dedicado a la librería Strand de Nueva York, indago un poco más en lo que en Manhattan se denomina Book Row o Booksellers’ Row. Y es que en una calle adyacente Broadway, en los bloques de edificios desde Union Square a Astor Place, podíamos encontrarnos con tres docenas de librerías de viejo vendiendo libros usados. Era la década de los años 50 y los bibliófilos podían encontrarse de todo en aquel constreñido espacio, sin embargo actualmente aquellos tiempos han pasado a mejor vida y la librería Strand, considerada la librería de segunda mano más vieja de la Gran Manzana, es lo único que queda de aquel lugar cercano a Broadway que reunía casi 50 librerías en seis manzanas. La última cerró en 1988.
Hoy en día Barnes & Noble domina el mercado del libro en Nueva York que, al contrario que los libreros del Book Row, recibe a los clientes con un trato cordial y cercano. El humorista Fran Lebowitz afirmó refiriéndose a aquellos comerciantes de viejo: "Actuaban como si tú hubieses allanado su casa y robando sus libros". Por supuesto que Barnes & Noble todavía tiene competencia en librerías tradicionales como Strand que se tratan de adecuar a los nuevos tiempos con ventas a través de su sitio web (25% del volumen de sus ingresos proviene de esa vía), considerando la creación de una pequeña cafetería y ajustándose al cambio en el mercado de los libros sin abandonar el espíritu de la Cuarta Avenida.
[…] Los exteriores de la Biblioteca Pública Central de Cardiff (Reino Unido) están diseñados para parecer una hilera de libros. Puede que ésta sí sea una verdadera Book Row. […]