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Espero que no leas esto

Bueno, ¿de qué te sorprendes? No escribo para ti, escribo para mí. Teniendo en cuenta el interés que despierta mi blog, de la escasa audiencia a la que me expongo  y a la ambigua libertad en la que me muevo, porqué no debería sentirtme completamente liberado de cualquier barrera autoimpuesta. ¿No es acaso mi espacio? ¿No se trata de mi pequeño medio de comunicación personal? ¿No soy libre de pensar lo que quiera  y tratar de expresarlo con las palabras que yo considere convenientes? Pues va a ser que no.

Mi audacia como bloguer podría sustentarse sobre mi convencimiento de que voy a tener razón en cualquier caso, de que si soy consciente de que no la tengo, puede que consiga aglutinar a las suficientes personas para que comulguen conmigo y que en cualquier caso siempre resultaré airoso… O no. Ya son varias las personas a las que conozco que han tenido que retractarse (¿Eso también va por mí?) y admitir que se equivocaron. Y si no lo hicieron o bien tuvieron que cerrar la puerta de lo que era suyo para empezar de nuevo, o simplemente abandonaron, o bien aguantaron estoicamente lo que dijeron de él en otros lugares o en su propio blog.

La escritura, en ocasiones, es engañosa. En la blogosfera, lo es mucho más puesto que no disponemos de un editor que nos advierta: Rebaja esto o, sencillamente, esto no puede ser publicado (A decir verdad, esto sí que es posible en el caso de los blogs grupales). Así que nos exponemos a nuestros propios pensamientos y reflexiones y, como neófitos en esto de la transmisión de ideas, en más de una ocasión acabamos aseverando algo que no es exactamente lo que nosotros queríamos decir o no era algo de lo que deseásemos ofrecer con total rotundidad sino con matices. Pinceladas que, en general, olvidamos dar o que si las damos pudieron ser completamente malinterpretadas.

Como se suele afirmar, podemos considerar que una cosa es la idea que tengamos, otra cómo la transmitamos, otra completamente distinta cómo es captada por el receptor y otra cómo se procesa y asimila. Demasiados pasos para compartir una idea, ¿no? En la mayoría de ocasiones, salimos victoriosos y nuestro mensaje es entendido, en otras fracasamos irremediablemente.

Por ejemplo, cualquiera me puede asegurar que este texto está vacío o mal estructurado (Yo no lo reprocharé), pero puede olvidar dar sus razones. Personalmente, soy consciente de que estar aquí, mantener esta bitácora expone demasiado, sin embargo debo de percatarme de que puedo ser criticado al igual que yo lo hago desde mi experiencia y mis conocimientos. Pero, en este punto, entra en juego lo que cada uno espera del otro, es posible que yo exija demasiadas explicaciones y concreciones, tal vez  el otro considere que no son necesarias, por lo que caemos en un círculo en el que es difícil de salir mientras nuestros egos, todo el mundo tiene uno, tratan de soportarse.

Y llegando a los egos: ¿Sabes que tengo un blog? La respuesta de cualquier persona un tanto ajena al mundo de Internet replicaría: ¿Y eso qué es?, aunque finalmente el interés se demuestre en la indiferencia. Pero, puede suceder que podemos ser leídos secretamente y que de una forma inesperada lleguemos a ser criticados en persona. Esto también puede provocar que nos cohibamos a la hora de seguir escribiendo. Imaginemos que mantenemos nuestro blog en secreto (Algo, en general, raro teniendo presente el ego del bloguer), pero que sorpresivamente uno de nuestros compañeros de trabajo nos localiza o descubre que mantenemos un blog a pesar de nuestro seudónimo, ¿qué comentario podríamos esperar de él? Si nuestro blog es personal: Es increíble lo tuyo con María, o si nuestro blog es profesional: Olvidaste nombrar a Ranganathan. Es decir, qué puede llegar a suceder cuando somos seguidos y leídos por personas que no esperábamos que lo hiciesen. Una de dos o la gratificación más absoluta (Me leen) o el terror más miserable (Mi jefe me lee y descubre mis errores).

¿Escribir es un placer? No dudo que lo sea, pero cuando llegas a tu umbral, cuando reconoces que poco más debes de añadir, porque no puedes o no quieres, sólo te queda aceptarlo y encarar cuál será el próximo paso. A veces, la resignación es lo que resta y considerar que te has acomodado, que ya no tienes la chispa que te hacía avanzar, te has perdido en el trabajo, que tu ocio es tuyo y, por lo tanto,escribir ocupa demasiado para la gente que lo leerá (O crees que lo hará). Pero ahí estás, delante de ti mismo tratando de juntar palabras.

No hay que engañarse, estar aquí y seguir publicando es un trabajo duro, muy duro del que pocos frutos se puede extraer, sin embargo, no cejamos en ello. Algunos pagamos por mantener nuestro sitio web en funcionamiento, rebanándonos los sesos cuando debemos actualizar el software, tratando que los spammers se mantengan lo más alejados posibles de nuestra cajita de comentarios, qué decir de nuestras direcciones de correo, tratando de contestar a todos aquellos que nos dejaron un Hola… Y luego sucede que tienes que admitir tu error, cuando te sobrecae la culpa de aquello que olvidaste, reconoces que la flaqueza también te alcanza y deseas desaparecer durante un tiempo. Ser bloguer es duro desde muchos puntos de vista, pero aquí permanecemos… Sólo un texto más.

Espero que no leas esto, me da vergüenza tener que admitir que, al fin y al cabo, siempre puedo andar equivocado.

Publicado en Enredando

8 comentarios

  1. ¡Cuánta razón tienes! Y me recuerda a cierta conversación…

  2. Javi Alarcón Javi Alarcón

    Yo en cambio espero poder seguir leyendo «cosillas» de este estilo escritas por ti. ¿Una crítica? mejor poder escucharla para poder mejorar que no hacer nada nunca. Salu2, Marc.

  3. Me encanta, me encanta!!! A veces viene bien esahogarse un poco, y mostrar esos pensamientos tan sinceros que tenemos dentro de la cabecita. Un blog lleva mucho tiempo y trabajo, cometer errores es cosa de humanos y reconocerlo de sabios. Que la fuerza te acompañe!!! jeje

  4. de todas maneras a pesar del sudor, esfuerzo, desengaños, ilusiones… merece la pena siempre que sea un hobby cuando se convierte en un sitio en el que hay que fichar pierde todo su encanto. Buen verano a todos

  5. Cualquier conversación es provechosa si de ella podemos añadir argumentos para una idea o desarrollarla. jejeje

    ¡Gracias a todos! Y especialmente tú, Javi, me alegra que sigas por aquí aunque sea de vez en cuando.

    Nada, nada seguiremos poniendo cositas, de vez en cuando. Como siempre.

    😀

  6. jt jt

    hay tantos blogs para leer, y tan poco tiempo para leerlos! sois muchos los bloggers que «decís» cosas en la red. Algunos dicen cosas interesantes y de estos, unos pocos decís cosas interesantes sobre temas que nos interesan.
    a veces tengo la sensación que los blogs son la literatura del siglo XXI, al menos la literatura de no-ficción (aunque quizás ya hay blogs donde se publican novelas por entregas!?).
    quizá algún día empiecen a «descubrirse» autores de blogs, que pasarán a formar parte de la historia de la literatura. Mientras tanto, esperamos que no os desanimeis y sigais escribiendo para nosotros vuestros lectores.

  7. Muchas gracias por tu comentario JT, de hecho, sois vosotros los que os pasáis por aquí y «perdéis» el tiempo leyendo y dejándonos un poco de vosotros los que nos ayudáis a seguir adelante con este pequeño sitio.

    Gracias a ti.

  8. Mon Mon

    A todos los que escribimos en un blog nos pasa. Perdemos la ilusión pero creo que todos, en general, olvidamos que posiblemente con el tiempo empezaremos a hablar de la internet historica; webs y blogs que murieron y que nadie mantiene y que sus creadores fallecieron. Esa internet se convierte en nuestra pequeña contribucion al espacio humano.
    Esa internet historica permitira que, a lo mejor un biznieto tuyo, sepa quien eres de una manera nunca soñada. Nuestra identidad quedará eternamente reflejada. No creis que solo por eso vale la pena dejar un granito ?.
    No seremos los objetivos de historiadores de nuestro futuro ?

    Saludad al futuro porque quien sabe quien nos leerá.

    Saludos.

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