The Washington Post recogía el pasado 17 de febrero un incidente sucedido el 9 en la biblioteca pública de Little Falls en Bethesda (Washington), cuando dos agentes de la división de seguridad del Departamento Homeland Security del Condado de Montgomery (Un cuerpo de seguridad del Estado de EEUU que patrulla edificios públicos en la lucha contra el terrorismo) entraron en la biblioteca advirtiendo que estaba prohibido el visionado de pornografía a través de los ordenadores de la misma.
Cuando uno de los usuarios advirtió a los agentes que no tenían competencia para realizar tales aseveraciones, le replicaron que se marchase fuera de la biblioteca. Por supuesto que el bibliotecario intervino y los tres acabaron discutiendo dentro del área de trabajo de la biblioteca hasta que la policía intervino. La conclusión a la que llegaron es que el cuerpo del Departamento Homeland Security no tenía competencias sobre la aplicación de leyes de decencia que regulan la pornografía. Finalmente, las autoridades del Departamento condenaron el hecho y los dos agentes han sido reasignados tras el incidente bibliotecario.
También lo comenta Jorge Cortell
America way of life. Como si advirtieran en la biblioteca que está prohibido matar….
Ummm, no sería ético. Pero, ¿no entraríamos en el debate sobre los contenidos que una biblioteca pública debería contener?
¿Los libros eróticos deberían estar dentro de los contenidos de una biblioteca pública?
[…] Da sieht man mal, um was sich Bibliotheken alles kümmern müssen… Die Washington Post berichtet: «Policing P-o-r-n Is Not Part of Job Description» [via El Documentalista Enredado] […]
hola como estas soy la rebelde de siempre podemos verte si o no
¿Cuándo esta sociedad dejará de ver el sexo como una cosa ofensiva?