Los bibliotecarios y los documentalistas tenemos el ejemplo de la desaparición de la antigua biblioteca de Aejandría como la mayor catástrofe acontecida en el mundo bibliotecario. Sin embargo, a lo largo de la Historia muchas han sido las bibliotecas que han desaparecido junto sus materiales librarios. Aunque las circunstancias de la desaparición de la biblioteca de Alejandría todavía no están del todo claras, muchas bibliotecas han ido desapareciendo por decadencia, incendios o simplemente por el efecto de las bombas o por los saqueos de los soldados conquistadores.
Sin embargo, los enemigos de los libros también pueden llegar a ser otros, puesto que han existido movimientos de pensamiento y grandes pensadores han abogado por la destrucción de los libros. Por ejemplo, René Descartes (1596-1650) se mostrótan seguro de su método que pidió a sus lectores que quemasen sus libros antiguos, mientras que el filósofo David Hume (1711-1776) no vaciló a la hora de exigir la supresión de todos los libros sobre Metafísica. Por otro lado, el movimiento de los futuristas de 1910 publicó un manifiesto en el que pedía acabar con todas las bibliotecas y el escritor Vladimir Nabokov (1899-1977) quemó un ejemplar de El Quijote en el Memorial Hall (Massachusetts) ante más de 600 alumnos.
La destrucción voluntaria de ejemplares librarios ha causado la desaparición del 60% del volumen total de libros desaparecidos, mientras que el 40% sería aplicable a otros factores heterogéneos entre los que destacan los desastres naturales, accidentes, polillas, la extinción e una lengua o los materiales con los que se ha fabricado un libro.
Por otro lado, los ejemplos de destrucción de libros de forma masiva más significativos en conflictos bélicos se dan en épocas recientes. Los ejemplos más sangrantes se realizaron durante la década de los años 30, durante la Guerra Civil Española, el bibliocausto nazi y las bibliotecas bombardeadas durante la Segunda Guerra Mundial. La famosa escena de la quema de libros en Berlínel 10 de Mayo de 1933 fue cuidadosamente orquestada por las SA y por estudiantes universitarios alemanes que transportaron 20.000 libros a la Opernplatz para ser quemados. Las piras librarias comenzaron de forma espontánea en abril para deleite de Joseph Goebbels y que a posteriori fomentó.
Entre los autores cuyos libros fueron quemados, había ejemplares de Thomas Mann, Erich Maria Remarque, Kart Marx y H.G. Wells que fueron destruidos mientras se coreaban las 12 tesis del manifiesto para la purificación de la literatura y el pensamiento germano. En toda Alemania, bibliotecas públicas y privadas fueron avisadas de que retirasen de sus estanterías libros que eran considerados por el Gobierno Nazi de ser no – alemanes.
El ejemplo de Japón durante la Segunda Guerra Mundial es significativo ante la política de silencio que siguió al final de la guerra por parte de los aliados, sin embargo, Londres también sufrió distintos bombardeos por parte del ejército alemán. Desgraciadamente, esta política de destrucción de la cultura y del conocimiento de un país aún hoy se mantiene. El ejemplo más sangrante es el de la Guerra de Irak donde su biblioteca nacional sufrió un saqueo por parte de bandas organizadas que sabían qué lugares estaban desprotegidos. Según la Convención de la Haya de 1954, la nación que ocupa un territorio debe de proteger los bienes culturales de éste como un principio legal ineludible, sin embargo EEUU pareció dejar hacer.
La Biblioteca Nacional de Irak consistía en un edificio de tres pisos, construido en 1977, situado en la capital Bagdad. La segunda planta albergaba el Archivo General, por lo que además de un millón de volúmenes de la Biblioteca, desaparecieron 10 millones de documentos, algunos del período otomano.
A todo aquel que viva en Madrid le recomiendo que se pase por la hemeroteca de la Facultad de Medicina y Farmacia de la Complu (si consiguen encontrarla, que es misión imposible), donde se pueden ver claros ejemplos de tomos de revistas encuadernadas que sirvieron como barricadas en el frente de Ciudad Universitaria.
Tengo un libro sobre la biblioteca de alejandría que compré hace poco… ya os contaré.
Thanks Yavannna
😉
Sobre la Historia de la Biblioteca de Alejandría te puedo segurar que es apasionante. El libro te encantará.
😀
La destrucción de los libros, de las bibliotecas y de los siegnos de identidad cultural de los pueblos es un tema que estamos cansados de ver (aunque no de denunciar).
El problema es que los intereses económicos y políticos son siempre los que salen gananado.
Jejejejejejejej a que no sabeis que librito acaba de caer en mis manos como por arte de magia?? (Bueno o porque lo ha devuelto una usuaria) «Historia universal de la destrucción de libros» XD XD XD
[…] Sobre la destrucción de los libros en la Historia […]
Creo que habria que distinguir dos cosas: por un lado la destruccion de libros, y por otro la destruccion de bibliotecas (biblioteclastia), pues no tienen nada que ver.
Alguien puede perseguir y destruir un determinado libro, y no tiene la importancia ni la transcendencia de los que destruyen bibliotecas. Por eso creo que es conveniente separar estos dos aspectos.
Dices que «los ejemplos de destrucción de libros de forma masiva más significativos en conflictos bélicos se dan en épocas recientes» y pones como ejemplo la Guerra civil española ¿podias dar algun ejemplo de destruccion masiva de libros en esta guerra? yo no los conozco, hubo expurgos y cosas asi, pero no conozco destruccion masiva.
La biblioteclastia no es reciente, mas bien aparece desde que surgen las bibliotecas. Cisneros, por ejemplo, asalto la Madraza (la Universidad de Granada de aquella epoca, fundada por Yusuf I) y quemo su biblioteca, en publica hoguera, en la plaza de Bib-Rambla. Esta quema ha sido una de las mayores que se han realizado en Europa, asi que como ves la biblioteclastia no es un fenomeno reciente ni tiene sus peores ejemplos en la epoca actual.
No hay nada mejor que un visitante te puntualice y aporte un poco de luz. Para eso está la sección de comentarios y eso es algo que me gusta de los blogs. Por la premura, te voy a dejar un enlace para que le eches un vistazo si quieres:
http://www.libertaddigital.com/php3/opi_desa.php3?cpn=23753
Pero, intentaré recabar más información.
[…] Aquellos que quieren imponer su razón, pero no encuentran suficientes argumentos, ni suficientes ideas para explicarse, ni para fundamentarlas, ni para rebatir las razones de otros, sean más o menos acertadas, más o menos fundadas; no dudan de utilizar la violencia para amedrentar a aquellos que se muestran disconformes con sus planteamientos y, en ocasiones, se los debaten con mayor éxito. A lo largo de la Historia, se han sucedido hechos en los que los libros eran atacados como fuente de la difusión de ideas y han tratado de ser destruidos. Por ello, es profunda mi decepción al descubrir que poco se ha avanzado y que en esta sociedad, aunque sean grupúsculos, todavía se ataca a las librerías y a los libros para “defender ideas”. […]
creo que lo que exponene aqui es muy bueno por que los libros son signo de cultura
«La antigua Biblioteca de Alejandría nunca se incendió. Tampoco fue destruida por Julio César. Simplemente dejó de ser visitada por sus contemporáneos que sólo esperaban la llegada de los bárbaros y ante semejante indolencia toda la sabiduría helenística contenida en 700.000 papiros se disolvió en el aire o se fue hundiendo en el mar…»
Manuel Vicent
El país
Domingo, 20 de octubre de 2002
Pero sin duda desapareció…
https://www.documentalistaenredado.net/125/destruccion-biblioteca-alejandria/
[Comment ID #2373 Will Be Quoted Here]
La Biblioteca de la Universidad de Oviedo fue incendiada durante la revolución de Asturias de 1934 y se perdió casi completamente y el Archivo del Instiruto Jovellanos que se guardaba en el cuartel de Simancas de Gijón desapareción durante la Guerra Civil