En este caso quiero hablar no sólo de la degradación del Medio, sino también de la degradación del Fin.
En los últimos años, el mundo que nos rodea se ha ido tecnificando en todos los aspectos y, pese a las reticencias naturales a la incorporación de nuevas aplicaciones tecnológicas en nuestras vidas, nos hemos acostumbrado a vivir rodeados de máquinas, ya no sólo por su utilidad más inmediata, por el trabajo que nos evitan o facilitan, sino también como instrumentos de ocio.
El ordenador es una de esas herramientas que se han convertido en imprescindibles para la realización de prácticamente cualquier tipo de trabajo. Y las ventajas de la incorporación de éste a la metodología del trabajo bibliotecario son conocidas por todos.
El siguiente paso, al de la informatización de una biblioteca, ha sido poner tanto a la biblioteca como a sus usuarios en contacto con «el mundo exterior» a través de Internet. Se trata de un paso lógico, por otro lado, ya que Internet es un medio de comunicación ideal, que brinda la posibilidad de acceder a infinidad de información y eso, a mi entender, es uno de los fines fundamentales de una biblioteca: ofrecer información.
Me parece muy buena idea que los ayuntamientos y demás entidades públicas, se preocupen por dotar a sus bibliotecas de acceso a Internet gratuito para sus usuarios, ya que no todos tienen la posibilidad de acceder a ésta. Lo que no me parece tan bien es que consideren que, con esto, todas las necesidades de la biblioteca y de sus usuarios están resueltas.
Al parecer, las últimas tendencias son (porque «cara a la galería» queda muy bien): que una biblioteca pública debe estar abierta al público el mayor número posible de horas, y ofrecer puestos de estudio para los estudiantes y acceso gratuito a Internet. Quizá me equivoque, pero «eso» no es una biblioteca pública. Eso es una sala de estudios más un cibercafé.
No pretendo decir tampoco que dichos servicios no deban ofrecerse en una biblioteca pública, pero no debemos olvidar que las posibilidades y las labores de una biblioteca llegan mucho más allá.
Si una biblioteca pública sólo aspira a ofrecer eso a sus usuarios, no sólo estamos degradando el Medio sino también el Fin:
La biblioteca pública, paso obligado del conocimiento, constituye un requisito básico de la educación permanente, las decisiones autónomas y el progreso cultural de la persona y los grupos sociales.
Este Manifiesto proclama la fe de la UNESCO en la biblioteca pública como fuerza viva de educación, cultura e información y como agente esencial de fomento de la paz y los valores espirituales en la mente del ser humano.
Bueno, lo importante es que cualquiera, independientemente de su nivel económico, pueda tener una conexión decente para acceder a internet. Si es gratuita mejor, si internet aumenta la afluencia de usuarios a las bibliótecas públicas mejor.
Sin embargo, el acceso a internet supone unos costes en equipos, mantenimiento y actualización que puede fácilmente ser desviados del presupuesto para adquisición de fondos. Es correcto que las bibliotecas se informaticen como centros de información, pero hay que tener en cuenta a qué coste (Sistemas operativos, antivirus, servidores, acceso a internet, etc).
El acceso a Internet en las bibliotecas es benigno, como bien decís, porque facilita la difusión de la información, más, nos enfrentamos a un gran problema, las tecnologías implantadas en la biblioteca son enormes día a día y la mayoría de los bibliotecarios desconocen sus utilidades, ¿Cómo se plantean las Comunidades la formación constante de personal? La respueta es: Pasando olímpicamente y si les intersa que aprendan. Por lo tanto, nos encontramos a unos usuarios que demandan Internet y aunos profesionales que no saben utilizarlo como herramienta…bienvenidos al nuevo salón de juego: Entra en tu biblioteca!!!
P.D – También mucha difusión y tal, pero por ejemplo llevan cuatro años para abrir la biblioteca de mi barrio (tienen local, fondos, etc) ¿A qué esperan? (Lo mismo es a que me licencie y me presente a Directora XD jejejeje)
Vuestros comentarios era a lo que quería llegar.
Considero que es beneficioso dar acceso gratuito a Internet en una biblioteca pública, pero esto implica un coste, un mantenimiento y un espacio, que la mayoría de bibliotecas públicas no se pueden permitir, por lo que se recortan otros gastos como el dirigido a mejorar el fondo o a la contratación de personal cualificado.
Dar Internet gratis, «vende» más. Y para los políticos eso es lo importante.
Respecto a la biblioteca de tu barrio Yavanna, quizá sea eso y esperan a que te licencies 🙂 [ o el hijo/a del alcalde 🙁 ]