Ya nos habíamos percatado que los jóvenes -y no tan jóvenes- estaban comenzando a doblegar el lenguaje y la ortografía tratando de economizar esfuerzos en un lenguaje heredado de los SMS, que el Copia & Pega se ha convertido en una de las actividades preferidas de los estudiantes más pequeños y los que no lo son tanto a la hora de enfrentarse a sus trabajos escolares, que se puede caer en la creencia de que la información que no está en Internet simplemente no existe, pero lo único que nos faltaba era que nos dijesen que Google, o la Web, nos convertía en estúpidos.
Este es un debate que ya ha sido abordado en innumerables foros y en muchos artículos nacidos fundamentalmente de la publicación por parte de Nicholas Carr de su texto Is Google Making Us Stupid? En él, el autor se confesaba y venía a asegurar que encontraba que estaba perdiendo la capacidad de concentrarse en la lectura de textos largos, que se agotaba y perdía la concentración durante esta actividad y lo peor de todo es que no sólo le pasaba a él, sino que también a sus conocidos. Por supuesto que, con un título tan incendiario, mucho se ha comentado sobre este texto como ,por ejemplo, el artículo de Juan Freire, Condenados a la estupidez digital, y qué decir de lo expresado dentro la blogosfera. Incluso, recientemente, El País le dedicó un espacio a esta temática reflejando los cambios que la lectura de Internet estaba provocando en los internautas.
Como contraposición, esta semana se hacía público un estudio reciente que trata de demostrar que en la búsqueda en Internet las áreas del cerebro que se muestran activas son mayores que durante el ejercicio de la lectura de un libro en sujetos de mediana edad y ancianos. Es decir, que la búsqueda en Internet dentro de este rango de edad fomentaría el ejercicio mental. Por supuesto que debemos recoger este estudio con ciertas reticencias. En primer lugar, porque la muestra de población es muy pequeña, 24 personas, y segundo porque los sujetos dentro de este rango de edad bien pueden no estar habituados al uso de la Web, al contrario de las generaciones más jóvenes, por lo que deben dedicarle mayores esfuerzos a la hora de leer y utilizar la Web.
En fin, el debate de los beneficios y los perjuicios que nos provoca la Red va a ser largo y muy interesante, sin embargo debemos ser conscientes de que el ser humano tiende a economizar recursos y energías siempre que le es posible. Nuestro cerebro entiende la ventaja que supone la utilización de la calculadora, mucho más potente en la mayoría de los casos, que la agilidad mental a la hora de realizar operaciones aritméticas. De igual forma, nuestra mente entiende el ámbito y el consumo que debe de hacer de la información en Internet teniendo presente el soporte sobre el que la recibe.
En cualquier caso, me parece interesante recalcar una serie de conclusiones extraídas de un informe de la University College de Londres sobre hábitos de búsqueda de información en Internet que distingue mitos y realidades sobre el uso que hacen los jóvenes de ella:
- Los usuarios jóvenes no suelen comprender bien sus necesidades informativas y por tanto les resulta difícil desarrollar estrategias de búsqueda efectivas.
- Tienen un mapa mental poco sofisticado de lo que es Internet. No logran entender que se trata de una colección de recursos en red procedentes de diferentes fuentes. Así, los motores de búsqueda, ya sean Yahoo! o Google, se convierten en la primera marca que asocian con Internet.
- Son en general más competentes con la tecnología que la generación anterior, aunque los adultos se ponen rápidamente al día. Emplean, sin embargo, menos aplicaciones digitales de lo que se cree.
- Prefieren sistemas interactivos y le dan la espalda al consumo pasivo de información. Prefieren la visual sobre la textual.
- Son la generación del corta y pega. Abundan los casos de plagios de diversas fuentes en los trabajos encargados.
- Prefieren, como los adultos, la información despiezada, en vez de textos completos.
- No son expertos buscadores.
[…] ¿Internet nos está haciendo vagos?www.documentalistaenredado.net/738/finternet-nos-esta-hacien… por kikuyo hace pocos segundos […]
Hmmm… el punto 5 me suena tanto…
¡Es cierto! Hay quien ha convertido el C&P en un arte y una razón para subsistir…
😛
Supongo que es casualidad, pero hoy viene el artículo de Carr traducido en http://www.arcadiespada.es/2008/10/16/%C2%BFgoogle-nos-vuelve-estupidos/
Saludos y que no decaiga
[…] Refresh kultura: ¿qué hay de nuevo viejo? Internet-en biziraupena bermatzeko ezinbestekoa da informazioa eguneratua izatea. Badakigu zein sentsazio ematen duen atari batera sartu eta azken eguneraketa data orain dela urte batzuetakoa dela ikusteak… ufa! Bizitasuna da erabiltzaileak eskatzen duena, azken berriaren bila gabiltza, azken nobedadea, azken datuak, azken erreferentziak. Orrialde batera sartu eta begi-bistan bere-berehala gaurkoa ikusi nahi dugu, ez atzokoa. Zaharrak berri badira… akabo, banoa beste toki batera!Refresh kultura bezala ezagutzen dugun joera honek, Bugs Bunny-ren marrazki bizidunak ekartzen dizkit beti gogora. Ikaragarri gustatzen zitzaidan txikitan azenarioa eskutan hartu eta ehiztariari botatzen zion esaldia entzutea: ¿qué hay de nuevo viejo? Amak esaten du sasoi baten etengabe botatzen nuela esaldia edonor hurbiltzen zenean nire albora. Orain, hori berori galdetzen dut sarean nabigatzen dudanean: ¿qué hay de nuevo viejo? Zalantza dut, joera hau kuriositatea eta inpazientziaren eraginez ote da ala alferkeriaren efektuz? […]
Creo que esos puntos se pueden aplicar a gente de más edad no sólo a los jóvenes, cuantos sitios he visto con informaciones idénticas.
Hay que tener en cuenta que para usar Internet la gente está sentada o acostada, luego eso lleva al sedentarismo, de ahí al desarrollo de la pereza como modo de vida hay un paso, aunque en todo caso sería cuestión de darlo.